Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La obra energética que todos destacan pero deberá pagarla el gobierno

La administración de Alberto Fernández sumará 400 millones de dólares para ayudar a costear el gasoducto Vaca Muerta–Salliqueló–San Jerónimo.

Adrián Luciani

aluciani@lanueva.com

   Así como en su momento lo fue el llamado “Tren Petrolero”, ahora es la construcción de un gasoducto troncal desde Vaca Muerta hacia el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe el proyecto energético que genera más comentarios, anuncios y expectativas.

  El último fue hecho esta semana por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien dijo que dará instrucciones para sumar 400 millones al presupuesto 2021 para licitar la obra. 

   Cabe recordar que en el Presupuesto 2021 hay u$s 180 millones y con esta reestructuración presupuestaria se sumarán u$s 400 millones. En el Presupuesto 2022 hay previstos otros u$s 476 millones y con los u$s 520 millones que tiene la ex Enarsa por el aporte de las grandes fortunas se alcanzan cerca de u$s 1600 millones, suficientes para la primera etapa de obras

  Ya en mayo de 2019 el gobernador neuquino había dicho que en agosto de ese año arrancaban los trabajos y en octubre pasado uno de los principales diarios del país, antes de las elecciones y con fuentes dudosas, también dio por hecho el inminente comienzo de las obras.

    Ahora, por si fuera poco, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, volvió a ponerle fecha al tendido de la cañería que desde Tratayén deberá pasar por Salliqueló para terminar en San Jerónimo, en el sur de Santa Fe.

   "Es una obra de ingeniería civil que puede concretarse antes de fines de 2023”, dijo el funcionario sobre el proyecto que permitiría disponer de más gas en Bahía Blanca para la ampliación del sector petroquímico y para su exportación por barco, durante los meses más cálidos, como GNL

   Si bien el estado calamitoso de las cuentas públicas y de las reservas torna casi imposible la concreción de una obra que ronda, en su primera etapa, 1.400 millones de dólares, existen elementos suficientes como para no perder cierta dosis de optimismo.

   En primer lugar, ya nadie duda de su importancia, como tampoco de su conveniencia en términos energético y financieros.

   Sin ir más lejos, el jueves pasado el director general de Transportadora de Gas del Norte, Daniel Ridelener, dijo que el gobierno se encuentra en el camino correcto al haber decidido impulsar las obras.

   Incluso el directivo fue más allá y afirmó que se  trata de una iniciativa con repago en un plazo muy corto.

   “Hay que encargarlo porque la cuenta del Estado de sustitución de gasoil (para alimentar a las centrales térmicas) y parcialmente la importación de GNL, hacen que en menos de dos años se repague este gasoducto”, señaló en diálogo con Econojournal.

   Incluso Ridelener opinó que debe ser concretado cuanto antes porque Bolivia puede ser un problema ya que está inyectando entre 11 o 12 millones de metros cúbicos día, mucho menos de lo que podría inyectar, y eso deriva en importación de GNL.

   “Hoy el problema está en el armado del financiamiento por parte del gobierno, al menos es lo que comentan los funcionarios que trabajan en este tema. No te lo dicen como un problema insalvable y creo que es cuestión de semanas que tengamos un proyecto armado sobre la mesa”.

   En tanto, Gabriela Aguilar, gerente general de Excelerate Energy Argentina, la empresa a cargo de los buques regasificadores, también destacó la importancia del proyecto, aunque con la mirada puesta, obviamente, en el sector que representa.

   “El mercado brasileño está avanzando en tener más terminales de regasificación y Vaca Muerta tiene un rol fundamental para la integración regional, ya sea con un gasoducto que debe hacerse para la exportación de GNL, así sea estacional, para poder exportar regionalmente primero y luego al resto del Mundo”.

   También son recientes las declaraciones del CEO del grupo Techint, Paolo Rocca, quien afirmó que todas las empresas que producen gas en Vaca Muerta están dispuestas a costear una parte del futuro gasoducto troncal Néstor Kirchner, como ya se lo denominó

   Sin embargo, y pese a las bondades que todos le adjudican al proyecto, está más que claro que a la hora de desembolsar los millones de dólares necesarios o de conseguir quien esté dispuesto a hacerlo, todos, absolutamente todos, son muchísimo más cautos.

   Por eso el reciente anuncio de Alberto Fernández le otorga algo más de certeza al futuro de la obra, aunque en Argentina el hecho de que una partida haya sido asignada al presupuesto no es garantía de nada porque puede no ser ejecutada y asignada a otros fines. Ejemplos sobran.