Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Con el salario mínimo, no alcanza para levantar ni un metro cuadrado de una casa

El resultado surge de comparar el piso que reciben todos los asalariados registrados por una jornada de ocho horas con lo que cuesta construir una vivienda.

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

      En Bahía Blanca, el salario que funciona como piso de los trabajadores registrados (el Salario Mínimo, Vital y Móvil, SMVM) no alcanza para construir siquiera la mitad de un metro cuadrado construido de una modesta casa familiar estilo barrio

      Si las pretensiones suben, y se aspira a una vivienda más amplia y cómoda, se logra mucho menos, de acuerdo con la comparación entre lo que cuesta en la ciudad un metro cuadrado de construcción con el SMVM vigente a la fecha.

      Surge así que con los 16.875 pesos que se ganan como mínimo legal por una jornada de ocho horas diarias no es suficiente para cubrir los 38.422,94 pesos que cuesta el metro cuadrado de una vivienda familiar modesta tipo barrio en la ciudad (superficie de 57 metros cuadrados).  

      En rigor, con el SMVM de enero apenas se puede costear el 44% de un metro cuadrado, es decir, ni siquiera se llega a la mitad.

      Si el asalariado pudiera ahorrar una cifra equivalente a su mínimo legal, supuesto heroico si los hay, tendría que hacerlo por 130 meses (casi 11 años) para poder cubrir lo que cuesta levantar esa vivienda, cuyo costo total es de 2.190.107,58  pesos.

     Vale aclarar que el ejemplo planteado es de mínima, toda vez que el costo, que estima en forma regular la publicación especializada “Obras y Protagonistas”, no considera el margen del constructor, impuestos ni honorarios por dirección técnica, así como tampoco el costo del terreno. En concreto, es un precio de costo y no final.

      Si se toma como referencia una vivienda familiar, con una superficie de 165 metros cuadrados (dos plantas), tan sólo se llega a cubrir el 36% del costo estimado.

      Traducido en años de ahorro para poder construirla, serían 38 años consecutivos.

      Vale aclarar que la diferencia entre salarios de los trabajadores, costos constructivos y precios de las viviendas no es algo que se dé exclusivamente en nuestro país.

      De hecho, pasa también en otros, aunque en la mayoría de los casos la brecha se cubre con créditos para la vivienda que facilitan el acceso para las capas medias de la sociedad.
     Pero la baja profundidad del crédito hipotecario en nuestro país -participa con cifras inferiores al 2% en relación con el PIB frente al 24% de Chile, el 8,5% de Brasil o el 77% de EE.UU. patrimonio de una economía con elevada inestabilidad, hacen que esto sea muy complejo.
     Allá por 2016, se trató de resolver la dificultad de acceso al préstamo para vivienda para la clase media a través del mecanismo UVA, de probada eficacia en Chile.

    Gracias al mismo, se permitía alcanzar un crédito con cuotas iniciales más bajas con relación a otras opciones, a cambio de una actualización del capital por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) que sigue a la inflación minorista.

     Pero eso es parte del pasado en la Argentina del “banquinazo” eterno: para acceder en la actualidad a un hipotecario UVA del Nación -en su momento, la entidad financiera más activa al momento de otorgar estos préstamos- para comprar una vivienda de 100.000 dólares (lo mínimo que se puede pedir sin el recargo del 30% por el impuesto solidario) y Tasa Nominal Anual del 8%, hay que demostrar ingresos conjuntos por más de 146.300 pesos mensuales.

     En noviembre de 2017, con una TNA del 3,5% y un dólar de 17 pesos, los ingresos requeridos eran de $ 29.500.

      Para quienes ya obtuvieron su crédito, las airadas protestas de varios deudores UVA forzaron al Gobierno actual a extender el congelamiento de la cuota al mes de agosto de 2019, iniciativa que ya había decidido la administración de Mauricio Macri.

     Adicionalmente, en vistas del artículo 60 de la ley 27.541 de Solidaridad y Reactivación Productiva, se conformará una comisión para evaluar el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos ajustables por UVA para la adquisición de viviendas, sus consecuencias sociales y económicas, atendiendo al criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor.

Otro informe

     Un relevamiento más completo, realizado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) en diferentes barrios de la Capital Federal y que considera los precios de mercado en lugar de los costos constructivos, concluyó que el deterioro del salario frente al metro cuadrado ha sido notorio en los últimos meses.
      Así, de acuerdo con la última edición del informe del Mercado Inmobiliario de noviembre que realiza el Instituto de Economía de la UADE, el Índice de Salario Real en función del valor del metro cuadrado (ISRV) se redujo 9,9% para el caso de las viviendas nuevas y de 4,1% para las usadas.

     En Bahía Blanca, el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA), determinó que la cotización media de una vivienda en nuestra ciudad fue de 1.472 dólares por metro cuadrado a septiembre de 2019, valor que es apenas un 1% más bajo frente a septiembre de 2018.

    Comparando respecto de otras localidades, Bahía Blanca se encuentra por debajo del valor promedio por metro cuadrado de la ciudad de Buenos Aires, el cual es aproximadamente U$S 2.500, pero levemente superior a Mar del Plata, donde el valor se encuentra cercano a los U$S 1.000.  

    Al analizar las diferentes categorías de inmuebles para el mes de septiembre de 2019, el informe del CREEBBA detalló que los departamentos poseen el valor más alto en dólares (U$S 1.703), a pesar de que su precio ha disminuido un 2% respecto a septiembre de 2018.

    Le siguen los locales con un valor por metro cuadrado de U$S 1.540, rubro que, por el contrario, exhibió un crecimiento (+13%) en su precio en comparación al mismo mes de 2018.
    Esto obedece a que la oferta se concentra en locales céntricos, que, al ser más caros con relación a los de barrio, inciden en el valor publicado.         

También los lotes presentaron un incremento en su valorización del 7% en términos interanuales, finalizando el período con un valor medio de U$S 138 por metro cuadrado.
    Cifras del INDEC
     El nivel general del índice del costo de la construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente a noviembre de 2019 registra, en relación con las cifras de octubre último, una suba de 4,5%.

     Este resultado surge como consecuencia del alza de 4,5% en el capítulo “Materiales”, de 4,8% en el capítulo “Mano de obra” y de 2,6% en el capítulo “Gastos generales”.

     En el análisis por ítem de obra para noviembre, siempre según el INDEC, respecto al mes anterior, se observan los mayores aumentos en “Yesería” (15,4%), “Instalación de gas” (6,1%), “Estructura” (5,0%) y “Carpintería me-tálica  y  herrería”  (5,0%);  y  menores  aumentos  en  “Instalación  sanitaria  y  contra  incendio”  (3,7%),  “Otros trabajos y gastos” (3,0%) y “Movimiento de tierra” (2,3%).