Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Es ídolo de Bella Vista, jugó en Tiro Federal y ahora la rompe en el golf

La cara desconocida de Arriagada, el último romántico.

Por Fabián O. Rodríguez / farodriguez@lanueva.com

(Nota publicada en la edición impresa)

   Para muchos, entre ellos Rodrigo Palacio y Martín “Gula” Aguirre, fue el mejor futbolista de la Liga del Sur con el que compartieron plantel. El “Ciego” dejaba a todos maravillados con su magia e impronta. Un talentoso como pocos.

   La historia dirá que Pablo Arriagada es sinónimo de talento, potrero en estado puro y Bella Vista. De esos futbolistas por lo que valía la pena pagar una entrada. “Hoy fui a ver a Pablo”, decía la gente y no era para menos. Hasta los consagrados Rodrigo Palacio y Martín “Gula” Aguirre se deshacían de elogios para el “último mago”.

   Tal vez el mejor ejemplo del “Rey sin corona”, ya que por sus condiciones pudo haber jugado en otro nivel. Sin embargo, no son pocos los talentosos que, por equis motivos, no dieron el salto de calidad del profesionalismo.

   Arriagada era pura estética, un malabarista, un actor principal. Desde ejecutar un penal con la pierna cambiada a meter un bombazo desde media cancha. Y, además, guapo.

   En esta charla con el 10, de las tantas que ya se han contado del “Ciego”, aparecieron dos historias que muchos no conocen: la de su paso por las formativas de Tiro Federal y la de su pasión por el golf.

   La nota que iba por otro carril, ahora se bifurca sobre esas dos anécdotas, una actual y la otra casi desde la infancia.  

   Casi en el final de la charla, surge el tema de la trayectoria club por club desde que empezó a caminar y fue cuando reveló lo del aurivioleta, casualmente el clásico rival del club donde hoy es ídolo total.

   “Jugué en Tiro Federal porque vivía a una cuadra y media de Las Tres Villas. Estuve desde los 6 a los 11.  A los 12 me tenían que fichar, pero hubo una pelea en el club y dejamos de ir con dos o tres compañeros. Después, estábamos jugando en las Tres Villas, pasaron los de Bella Vista, nos reclutaron, nos preguntaron si queríamos jugar en el club y ahí empezó todo. Ya quedé fichado para siempre”, disparó.

   --Es decir que si no pasaba lo de la pelea, tal vez nunca hubieses jugado en Bella Vista. ¿Qué loco no?

   --Y te cuento más. Poco tiempo después, mi Vieja alquiló la casa que está adentro de la cancha de Tiro, al lado de la cancha de bochas; así que jugaba en Bella Vista y vivía en la cancha de Tiro, j aja. Hasta los 17 años viví allí. Igualmente, mis amigos lo sabían.

   --Y aparece una foto de Pablo con la aurivioleta.

   --Entre los más conocidos están Juan Leiva, Richard Pizzorno, el “Pelado” Bonacci (Fernando), Mauro Coletto, el “Gordo” Palotti y Horacio Ramírez, entre otros.


“UN CONTRATO DE POR VIDA”

   --Que curiosidad. Tiempo después te convertiste en un ícono de Bella Vista.

   --Bella Vista es todo para mí. Fue el club que me dio la posibilidad de debutar en Primera y de poder jugar tantos años. Tengo el mejor de los recuerdos porque el club fue mi casa, mi segunda casa y mi trabajo porque cuando no tenía laburo era mi único ingreso. Por eso, me brindé al máximo y traté siempre de quedarme en el club.

   --Es una gran historia de amor mutuo.

   --Sigo agradecido al club. No le debo nada porque dejé todo, ni tampoco me debe nada. Encima pude jugar en el club que yo quiero y encima me pagaban. Hasta el día de hoy me siguen agradeciendo, así que tengo un contrato de por vida con Bella Vista. El reconocimiento es todo. Y ojalá que sigan saliendo jugadores.

   --Es que Bella Vista dio un salto de calidad con vos y varios chicos que trascendieron las fronteras liguistas.

   --Tuve suerte de ser partícipe del mejor momento histórico del club. Tuve la suerte de poder jugar con excelentes compañeros y que hayan salido tantos buenos jugadores que nos hicieron ganar cosas importantes.

   --¿Y qué te genera internamente cuando te elogian de todos lados?

   --Demasiados halagos, a veces. No me molesta para nada, pero me da un poco de vergüenza. Estoy orgulloso de haber hecho algo, de haber sido bueno para algo, que se yo.

   --Además, el cariño es de todo el ambiente de la Liga, no sólo los de la Loma.

   --Es cierto. De todos los clubes, de todos los puestos. Hasta yo me sorprendo. Me elogian de la mejor manera y estoy muy orgulloso. Es increíble.

   --Cuantas veces te habrán preguntado lo mismo. ¿Por qué no llegaste más lejos?

   --Es verdad. Pero uno no tuvo la oportunidad de jugar más arriba porque las cosas no se dieron, no porque uno haya hecho algo para que no sea así. Yo no tuvo posibilidades.

   “Si me decís que tuve la chance en algún club y la desaproveché, estoy de acuerdo. Incluso, en mi paso por Villa Mitre me fue bastante bien, pero no tuve continuidad y regresé a mi club. Estaba en un momento bárbaro”, agregó.

   --¿En algún momento te lamentaste?

   --Jamás. No me recrimino nada, ni le reprocho nada a nadie. Hice todo lo que hubiese hecho cualquier futbolista. Jugué siempre de la misma manera. Tal vez no tuve la suerte de poder demostrar mis condiciones en otro lado, pero también les pasó a muchos jugadores.

   “Si naces a dos cuadras de la cancha de River y tenés condiciones, seguramente vas a jugar en River. Bueno, yo nací cerca de la cancha de Bella Vista. A veces, hay que estar en el lugar indicado, en el momento justo”.

   --Es así, como cuando estabas pateando en Las Tres Villas y te reclutaron para Bella Vista.

   --Es que es así. Capaz que nacía al lado de la cancha de River y tampoco hubiese llegado. Hay que tener suerte y acompañarla. También me tocó jugar en Cipolletti, un club sensacional, pero me agarró tarde, con 30 o 31 años, la vida hecha e hijos. Y ya no es lo mismo.

   “Igualmente, no me reprocho nada. Hice lo que pude y me fue bastante bien. Estoy orgulloso de lo logrado”, amplió.

   --Por fortuna una parte de tu carrera quedó en los registros fílmicos.

   --Tal cual. Cuando yo empecé, todos los clubes tenía 3 o 4 jugadores que eran unos fenómenos. Había mucho talento. Yo al menos agarré una época donde ya se filmaba, pero hay muchos jugadores que hicieron ‘desastres’ en la historia jugando al fútbol y no quedó grabado en ningún lado, solo en la retina de los hinchas.


SIEMPRE CON LA PELOTITA

  --Varios me contaron que sigue tu magia, pero ahora con el golf. ¿Es verdad?

   --Para tanto no.

   --¿Cómo te enganchaste con ese deporte?

   --En Miramar había unos cuantos caddies, iban a pelotear allá arriba y así arranqué. Me conseguí un palo y le empecé a pegar a la pelotita y me encantó. Después, con el tiempo,  me fui armando. El Loba (Vicente) y Darío Bonjour me llevaron a jugar. Y ya le doy hace bastante tiempo. Es muy lindo.

   --Se nota que te atrapó.

   --Es que encontré en este juego, lo que más me gusta: pegarle a una pelota. Es exactamente lo mismo. El palo es un pie y la pelotita chiquita un fútbol. Es más difícil y más técnico.

   --Y mucho de la cabeza. 

   --Sin dudas. Es uno contra uno mismo. Es un juego brillante. De haberlo conocido antes, lo hubiese jugado. Es un juego que me encanta. Te da muchas satisfacciones y te hace agarrar unas calenturas bárbaras. Primer puesto de mi deporte favorito: golf, lejos.


A PURA GAMBETA

   --¿Tu partido inolvidable?

   --Jugando para Villa Mitre por el Argentino A. Ganamos 4 a 2 (NdR: fue 5-2) e hice los dos goles. El rival se lo tendrías que preguntar a “Cocho” (por el periodista Eduardo López), ja ja. (NdR: Ferro de Concordia, el rival).

   --¿Una desilusión adentro de la cancha?

   -- Con Coreanos de Lobos, en cancha de Bella Vista cuando perdimos el ascenso.

   --¿El mejor gol que viste como espectador?

   --En la cancha de River. Una tijera del “Gula” (por Martín Aguirre), golazo. NdR: Fue en el triunfo ante Huracán 2 a 1, el 9 de octubre de 2016. El “Gula” me regaló la entrada y después fui a visitarlo a la casa.

   --¿Cuál fue el gol que más gritaste?

   --El de Lucas (Fernando) a Sporting, en cancha de Olimpo, cuando nos quedamos con el título en la Liga del Sur.

   --¿Un ídolo?

   --Enzo Francescoli.

   --Hincha de…

   --River.

   --¿A qué adversario te hubiese gustado tener de compañero?

   --Al “Chelo” Escudero (Marcelo).

   --Al menos jugaste en Sporting como el “Chelo”.

   --En Sporting jugué dos partidos. Jugué las dos finales contra Rosario para mantener la plaza en el Argentino B. El clásico de Punta Alta fue algo impresionante porque nunca había jugado con tanta gente. La “Chicha” (por Federico Nieto) me pidió que vaya a jugar. Entrené casi dos meses sólo para jugar esos dos partidos, ja ja . Pero, obviamente, la ganamos.

   --¿Maradona o Messi?

   --Hasta acá Maradona.

   --¿Qué camiseta te gustaría tener?

   --La de Messi.

   --En un asado, ¿a qué tres personajes invitarías?

   --Al “Bambino” Veira, Oscar Ruggeri y al Loba (Vicente).

   --¿En qué te considerás bueno además de la pelota y el golf?

   --En la pesca.

   --¿Quién te puso “Ciego”?

   --En Miramar, los locos del equipo. No se quién fue, pero allí empezó todo. No veía un ch... ja ja.

   --¿Qué hace Arriagada hoy?

   --El 1 septiembre, cumplí 25 años en la Municipalidad. Estoy en la delegación centro. Eso, casa, mi señora y los dos nenes.

PABLO, BAJO LA MIRADA DE LOS AMIGOS

   Carlos Mungo, Rubén Oscar Vicente, más conocido como “El Loba”, y Mauro Coletto contaron tres perlitas de Pablo Arriagada.

   “Desde los 11 años que jugamos juntos con Pablo. Somos compadres y hemos pateado la vida juntos. Incluso, pasé una Navidad en la casa de él en la cancha de Tiro cuando yo vivía en el sur. Compartimos todas las inferiores, subimos a Primera juntos y vivimos muchas cosas afuera del fútbol. Como jugador, un distinto total, que nació diez años adelantado. Se hubiese nacido diez años después, seguramente hubiese jugado en Primera de AFA”, recordó el ahora DT de Villa Mitre Carlos Mungo.

   Y llegó el momento de recordar cuando su amigo cambió de vereda.

   “El y Diego Troncoso se vinieron de Tiro. Jugábamos en las infantiles en la '72, pero también con la '71. Eramos muy compinches afuera y adentro de la cancha. De hecho, fuimos apodados en algunos lugares como Batman y Robin ja ja. Hicimos diez mil c... juntos. Yo me tenía que encargar de la mitad para atrás y él de la mitad para adelante. Y vivíamos insultándonos y hasta nos ofrecíamos trompadas. Es más, alguna vez ‘El Loba’ (por Rubén Vicente) entró corriendo al vestuario y nos dice: che, no se van a pelear. Pero nosotros entrábamos al vestuario y otra vez hermanos. Nos tratábamos así, pero de onda, j aja”, contó Carlos.

   En el ritual de anécdotas no podía faltar el popular “Loba”.

   “En un partido contra Tiro Federal, Mungo era el DT de Bella Vista, lo llama a Pablo, quien estaba sentado renegado en el banco, cuando quedaban 5 minutos y el Ciego no le daba bola. Tenían una locura divina entre ellos dos, ja ja. La cuestión fue que me puse atrás del banco, le grité Ciego y le dije: vení la p...; entrá, hace el gol, ganamos y festejamos con un picht (que es un golpe de golf). Vino de mala gana, pero me tiró una sonrisa, entró y podés creer que a los 2 minutos hizo el gol. Vino a festejarlo conmigo al alambrado, hicimos el swing de golf como si lo estuviéramos pegándole a la pelotita y me dijo: grande, genio. Inolvidable”.

   Y el caudal de historias de “El Loba” continúa.

   “Tengo millones de anécdotas con Pablo. Una de la faceta artística: estábamos en la casa y le agarró un ataque de Sandro. Le pusimos una bata, agarró el karaoke y se trasformó en Sandro; y con la mujer le tirábamos prendas íntimas, ja ja.

   “Es muy divertido. Muy amigo, excelente jugador y un groso como personal. Mil asados, mil guitarreadas, mil salidas. Es un gran compañero de pesca y un alumno muy aplicado en el golf. Es autodidacta. Siempre me decía cuando me vas a llevar. Hasta que con el ‘Gula’ Aguirre (Martín) lo llevamos a Pago Chico y se entusiasmaron mal. Le regalé unos palos y una bolsa que todavía la usa. Siempre un segundo adelantado, un genio en todo sentido. Ahora tenemos un asado anual con Hernán Giménez, “Gula”, Pablo y yo”.

  Mauro Coletto también forjó una linda relación con Pablo desde el barrio y que aún perdura.

   “Los Arriagada vivían en San Lorenzo y Balboa. Yo me hice amigo del hermano más grande, Adrián. Y después empezó a venir Pablo. Era más chico, pero enseguida lo adoptamos. El ‘Ciego’ vivía en el club, jugaba en Bella Vista, pero estábamos todo el día juntos”, recordó una de las glorias de Tiro Federal.

   El exenganche también desparramó su popurrí de anécdotas.  

   “Siempre nos juntábamos en un paredoncito de los monoblocks. Me acuerdo que en un verano, después de jugar en el Juvenil que dirigía Néstor Herrero, estábamos fumando un cigarro entre los dos y tomando una birra; de repente paró un auto y se bajó Herrero. Tiramos el cigarrillo, escondimos la cerveza y lo fui a recibir. Nos dio vergüenza. Néstor me trajo una carta, con los defectos y virtudes de cada chico que había estado en el juvenil y Pablo me pregunto quién es: Herrero le digo. A no lo vi. Me responde. Con eso te quiero decir que ya era ciego de pibe, ja ja”, contó.

   Y cerró con otra leyenda para la risa.

   “De pibes nunca teníamos un mango. Nos queríamos ir a Monte a dedo, pero un camionero nos llevó hasta Pehuen Co. Una vez allá, nos dijo que nos vayamos caminando por la playa que era re cerca, ja ja. La cuestión fue que a la noche salimos, se pudrió todo y terminé en cana con dos pibes más. Pablo no cayó. Me soltaron porque era mayor y él me estaba esperando para irnos caminando a Monte. No llegábamos más, corríamos, le tirábamos piedras a las gaviotas, ya no sabíamos que hacer. Tardamos como cinco horas, ja ja”, rememoró.

LA OBRA DE PAPALARDO

   Para conocer más de Pablo Arriagada y su obra, sólo basta con repasar el documental "45 minutos", del camarógrafo Raúl Papalardo.

   "Tres días antes del pasar el documental, fui a la casa, hicimos la nota, estuvimos dos horas tomando mate y nos charlamos la vida. Llega el día del documental, sabía que iría mucha gente porque eran cuatro historias y Pablo llegó temprano, no había nadie. Llegó con la mujer, el nene y con el alimento para un comedor y me dice: 'donde me hagas emocionar, me voy y te dejo solo'. Y me confesó que se largaba a llorar por cualquier cosa", recordó Raúl. 

   Papalardo agregó.

   "Cocinando es crack, también canta muy bien tangos y el mejor jugador que vi junto a Mauro Coletto", agregó el autor de los documentales "La Pelota", "El golpe final" (la historia del boxeador Carlos María Giménez), "Baley", "Un viaje en globo", "Cien años de pasión aurinegra" (Ferroviario de Coronel Dorrego) y "31 de julio del '99", junto a Fredy García Sierra.

   Y adelantó que se viene otro, muy especial.

  "Con que te diga 'Yo, Tato' creo que es suficiente para entender de quién se trata", dijo Papalardo en referencia al gran "Tato" Zapata para agregar que ya están en marcha otros proyectos como "El goleador eterno" (Cecchini), "Mi primera vuelta olímpica" (Tiro del '83) y otro en carpeta por el título de Bella Vista de hace 20 años.

   En esta dirección podés encontrar el documental completo de "45 minutos":  https://www.youtube.com/watch?v=pR2t6BufQWo&feature=youtu.be


SU PERFIL

--Nombre: Pablo Diego Arriagada.

--Fecha y lugar de nacimiento: Bahía Blanca, 28 de abril de 1972.

–La trayectoria: Bella Vista (283 partidos, 118 goles y 11 expulsiones. Ejecutó 22 penales y convirtió 16).

--Villa Mitre (10 partidos, 3 goles)

--Sansinena (7 partidos, un gol).

--Sporting (2 partidos, un gol).

--Otros clubes: Cipolletti, Natura (Jacinto Aráuz), Juventud Agrario (Algarrobo), Pampero (Guatraché), Sportivo y Cultural de General San Martín (La Pampa), Automoto (Tornquist) Y Ferroviario (Coronel Dorrego).

LA PERLA

   Al equipo que más goles le convirtió Arriagada fue a Tiro Federal, con 14 conquistas. A Rosario le anotó 12 y a Liniers, 11.

(*) Datos estadísticos: Eduardo "Cocho" López.