Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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“Se llegó a un nivel muy alto y por eso hay que empezar a trabajar distinto”

Los conocimientos técnicos de Luis Jorge son cada vez más requeridos en el ambiente del Midget. Sin ir más lejos, su sapiencia contribuyó en la reciente coronación del medanense Luciano Franchi.

Fotos: Jano Rueda- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   ¿Cuánto más hay por explorar y descubrir en el fabuloso mundo del Midget? ¿se llegó al techo técnico y mecánico, o todavía hay evolución posible? 

   “Siempre se puede mejorar. Lo único que cambia es la curva de aprendizaje. Al principio se avanza mucho, y después, cuando se llega a un punto muy alto, es dificultoso mejorar y desarrollar más. Pero claro que se puede, porque uno, carrera a carrera, y aunque parezca mentira a esta altura, sigue aprendiendo”.

   La frase le corresponde al preparador Luis Jorge (53), nativo de Santa Rosa (La Pampa) y radicado en Bahía Blanca hace más de 30 años, cuando inició su desarrollo profesional en la carrera de Ingeniería mecánica, para simultáneamente abocarse de lleno a la preparación de autos de competición. 

   Pupilo de Eduardo Medina (otro de los tantos), Luis tuvo la dicha de aportar sus conocimientos técnicos en las máquinas conducidas por Luciano Franchi y Claudio Roth; justamente, las unidades que se batieron hasta el cierre la corona estival 2019/20.

   En tiempos donde parecía todo descubierto, al menos en el derrape sobre tierra, Jorge aporta su toque mediante el desarrollo de la amortiguación y reglajes de suspensión, a fin de hallar el perfecto equilibrio entre el peso y la potencia.  

   "Hasta no hace mucho se sabía muy poco de este tema. El desarrollo de los motores es muy alto desde hace unos años, con varios especialistas, pero eso no sucedía en cuanto a chasis. Un motorista tiene forma de medir la potencia y la calidad de lo que te entrega, pero el trabajo en las estructuras es tan particular, con un sinfín de variables difíciles de medir para encontrar el equilibrio justo, que te lleva a desarrollar todo el tiempo", explicó.

   "Básicamente, --agregó--se llegó a un nivel muy alto y por eso hay que empezar a trabajar distinto. No es buscar más potencia, sino transmitir mejor la potencia al piso. Y es ahí donde entra en juego el amortiguador y mi trabajo puntual. Para ello se necesita mucho del piloto y que logre interpretar lo que sucede y siente", aseveró. 

Del asfalto al Midget

   Previo a la especialización en amortiguadores y su desembarco en el Midget, las tareas de Luis Jorge se centralizaban en el automovilismo de asfalto.

   Por aquellos años, sus aptitudes técnicas se volcaban en el VW Pointer de TC2000 de Claudio Alonso, y luego en los Ford Escort de TN de Néstor Pércaz y Juan Heguy.

   Hasta que un día,  mucho más acá en el tiempo, y ya instalado en el histórico taller que perteneciera a nada menos que Héctor Plano, se presentó una oportunidad. 

Junto a su hijo Juan Manuel, compañero de tareas en el taller. 

   "Me metí de lleno (NdR: trabajó en una primera etapa con el propio Medina) casualmente, un día que llegó al taller Claudio Roth con sus amortiguadores. Yo venía haciendo algunos trabajos, pero ninguno aportaba ningún dato; simplemente venían y pedían que los hiciera y punto. Aquella vez, Claudio me dijo lo que necesitaba puntualmente, y sobre lo que tenía empezamos a trabajar y evolucionar", contó.

   "Paralelamente empecé a trabajar junto a Luciano Vallejos, con quien siempre charlábamos e intercambiábamos muchas ideas y conceptos; y desde hace dos temporadas también con Franchi. Ese año, Claudio ganó el campeonato (NdR: 2017/18), pero Lucho (Vallejos) también formó parte de la definición", agregó.

   —¿Cuánto te sirvió el Midget?

   —Me ayudó mucho para pulir conocimientos, combinándolos con los trabajos de otras categorías. Extraigo un poco de cada cosa y así voy determinando el camino a seguir en busca de lo mejor. Son valores distintos, pero el tipo de amortiguador es parecido. Y así te va llevando la evolución, entre los datos, las sensaciones del piloto y el rendimiento visible.

“Sabíamos dónde estaba parado el auto”

   La vorágine del día a día obliga a Luis Jorge a dar vuelta la página rápidamente.

   Aunque, por supuesto, todavía carbura en la mente la consagración  junto a  Luciano Franchi. 

   "Hubo un aprendizaje del torneo anterior. Aunque creo que hubiese tenido otro sabor si se ganaba el título esa vez.  En la fecha 11 estaba por quedar fuera del playoff, y un día me llamó el hermano (Guillermo) para ver si los podía ayudar. Lucho tenía que sumar bastante y además ganar. Nos pusimos de acuerdo, me trajeron el auto, lo medimos todo y empezamos a reformarlo", recordó.

   "Logró clasificar al playoff y ganar en la fecha siguiente. No es casualidad, eso lo logra un piloto rápido y que sabe transmitir las cosas. Fue un trabajo en conjunto, donde pude aportar una visión diferente", remarcó.

   —Y finalmente hubo revancha...

   —Sí. mucho tiempo después. Aunque el trabajo fuerte se hizo en la temporada anterior. Ahora sabíamos dónde estaba parado el auto y lo que había que buscar.

La plantilla

   Un total de 24 pilotos confían en la sabiduría técnica de Luis Jorge. Además de los trabajos habituales, este año será jefe técnico del equipo familiar Medina, integrado por Gustavo y su hija Florencia.