Corrientes: la Fiesta Nacional del Dorado está llegando a Paso de la Patria

Redacción de La Nueva.

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Corina Canale

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“Si la Argentina entra en guerra, Corrientes la va a ayudar”, reza la frase de origen incierto que los correntinos repiten, con soberbia ironía, aún en estos tiempos.

Pero la haya dicho quién la haya dicho, la frase sintetiza la fuerte identidad de estos litoraleños que viven abrazados por el bravío Paraná y el manso Uruguay.

Los correntinos convirtieron a Kilómetro 11, el célebre chamamé de don Tránsito Cocomarola, en un himno que suena con la fuerza de sus raíces, donde se mezclan la cultura guaraní, las huellas de los misioneros jesuitas y el fervor de los criollos en las luchas por la Independencia.

Corrientes es tan diferente que se permite una doble lengua, el guaraní correntino, cooficial con el español, y dos antagónicas devociones: al Gauchito Gil, mártir del santoral pagano, venerado en las coloradas ermitas ruteras, y al que saludan con tres sonoros bocinazos, y a la morenita Virgen de Itatí, cuya fiesta es hoy, 16 de julio.

Ese día de 1950 la imagen de la virgen, que se estima llegó a la zona antes de 1588, fue llevada desde el viejo templo hasta la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, un monumental santuario cuya cúpula alcanza los 80 metros de altura y sus naves pueden albergar a 9 mil fieles.

Como es habitual, pescadores del país, la región y el mundo llegarán Al Paso, su nombre popular, a participar de la 54 edición de la Fiesta Nacional del Dorado.

Vienen a desafiar a luchadores como el dorado y a darle pelea a surubíes, pacúes y bogas.

En estos tiempos la pesca deportiva ha adoptado la inteligente modalidad de pesca con devolución, en la que el pez no es sacrificado, sino que se lo respeta y se reconoce en él a un bravío contrincante al que hay que proteger como legado para las futuras generaciones.

En el pesquero correntino la modalidad preferida para la captura de dorados se realiza con el sistema de señuelos de arrastre, es decir, “trolling” y también se practican las modalidades “spinning” y “fly casting”, pesca con mosca.

La historia de este pesquero correntino comienza en 1775, cuando el Cabildo de Corrientes le encomienda a Francisco de Quevedo que encuentre un paso para la comunicación más rápida con Curupaití.

Siete años después se instaló allí el destacamento Paso del Rey, que luego fue un fuerte.

Recién en 1812 aparece el nombre de Paso de la Patria en documentos oficiales, hasta que luego de 20 años, por un convenio de comercio terrestre entre Corrientes y Paraguay, por ese paso iba y venía el ganado, que fue una gran fuente de ingresos.

Asimismo, durante la Guerra de la Triple Alianza el general Mitre eligió a Paso de la Patria como el lugar estratégico para invadir Paraguay.

Pero fue recién en 1872 cuando la Cámara de Representantes funda allí el pueblo de Paso de la Patria.

Corrientes es también tierra de mitos populares, muchos de origen guaraní.

Uno de ellos es el Pombero, un duende bajito, delgado y velludo, con un gran sombrero de paja.

Dicen, los que dicen que lo han visto, que a la hora de la siesta camina por los bosques con una caña en la mano, cuidando a los pájaros, de los que es su gran protector