Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Estaciones ferroviarias de los tiempos modernos

El diseño sigue siendo protagonista de estos edificios, que acompañan la modernidad del tren del siglo XXI .
Estaciones ferroviarias de los tiempos modernos. Turismo. La Nueva. Bahía Blanca

Mario R. Minervino

mminervino@lanueva.com

Hace tiempo que la Argentina ha dejado fuera de su historia al ferrocarril como medio de transporte.

Las últimas estaciones construidas datan precisamente de fines del siglo XIX e inicio del XX, cuando los ingleses plantaron su estética ladrillera.

La evolución de este medio de transporte, sin embargo, ha seguido en el mundo un camino de progreso y modernidad.

En ese contexto, se advierte la evolución de las terminales y los nudos de conexión de las distintas líneas. Estas obras siguen conformando una tipología singular dentro de la arquitectura y de la ingeniería, del mismo modo que lo fueron en el siglo XIX, cuando convivieron en una misma obra arquitectos e ingenieros.

Velocidad Zaha Hadid

Una muestra de por donde camina hoy el diseño de estos edificios lo conforma la nueva estación Nápoles-Afragola, punto de llegada de los trenes de Roma, diseñado por el estudio Zaha Hadid.

La propuesta se implanta utilizando el concepto de puente, para conectar ambos márgenes a los costados de las vías y albergar los espacios de pasajeros y de actividades comerciales. Cada margen tiene un tratamiento diferente, e imprime "cierta velocidad" al conjunto a partir de su forma, ligeramente curva y sinuosa.

La sala principal está diseñado como un gran atrio lleno de luz que facilita la vista a las plataformas inferiores y al centro comercial superior.

Con las líneas en funcionamiento se espera que 32.000 pasajeros utilicen la estación cada día, con un servicio de 84 trenes expresos.

Hormigón blanco

El diseño amplía la pasarela sobre las ocho vías férreas, a tal punto que ese paseo se convierte en el pasaje principal de pasajeros, albergando los servicios e instalaciones para los pasajeros, con acceso directo a todas las plataformas.

La estación ha sido construida como una base de hormigón armado que soporta un hall elevado de costillas de acero, con un techo acristalado.

El hormigón es una composición específica que proporciona un rendimiento óptimo, con elementos estructurales curvados, utilizando las tecnologías desarrolladas durante la construcción del Museo MAXXI en Roma: encofrado de acero prefabricado y doble curvaturas realizadas con encofrados de poliestireno.

Diseñado como una extrusión de un trapezoide, a lo largo de una trayectoria curvada de 450 m, el hall elevado está hecho de 200 costillas de acero diferentes que se revisten en Corian --placas generadas a partir de la mezcla de minerales y polímeros acrílicos-- con un techo acristalado.

El hall principal está orientado para favorecer la sostenibilidad ecológica.

Los paneles solares integrados en el techo, combinados con luz natural y ventilación, y los sistemas de enfriamiento/calefacción permiten minimizar el consumo de energía.