Copa Davis: "Una de las razones más importantes del logro fue la unión", dijo Guido Pella

Redacción de La Nueva.

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Por Nicolás Batista / nbatista@lanueva.com

   Los jóvenes disfrutaron en todo momento. Él, del otro lado de la red, también. Mientras, el sol y la alta temperatura le daban un marco óptimo a un día más de entrenamientos, como tantos otros, en la Academia Pella Tenis.

   Entre sus familiares y seres cercanos se veía a Guido Pella disfrutar de todo a cada paso. De los diálogos, abrazos, de los peloteos en cancha, de las sonrisas.

   Hace exactamente un año, un día como hoy en Zagreb (Croacia), Pella también se deleitaba por todo, en el marco de su primera final de Copa Davis, en la que Argentina vencía al local por 3-2 y alzaba el tan anhelado título.

   “La verdad que todavía no creo que ya haya pasado un año”, comentó Guido al pasar, antes de viajar imaginariamente otra vez a Croacia junto a “La Nueva.” para refundar preciados recuerdos que quedaron en la historia deportiva nacional.

Francia, el campeón versión 2017

   “Fue increíble. Teníamos una serie muy complicada, íbamos 2-1 abajo, había que ganar los dos singles y no estaba nada fácil. Juan Martín jugaba contra Cilic, quien venía de tener un fin de año terrible. Entonces no era fácil. Y la verdad que cuando 'Fede' (Delbonis) empezó a jugar de la forma en la que lo hizo empezamos a creer un poco más en que podíamos ganar la serie”, afirmó Pella.

   “Cuando (Delbonis) pudo ganar fue una sensación indescriptible, saltamos todos a la cancha. Fue algo único que no me voy a olvidar nunca porque lo que vivimos esos minutos posteriores a la victoria de 'Fede' fueron únicas. Después, el festejo posterior fue medido porque teníamos el vuelo al otro día --repasó--, pero cuando llegamos a Buenos Aires lo pudimos hacer”.

   —¿Podés elegir un momento en particular?

   —Fue todo increíble. La verdad que disfruté muchísimo esa serie, más allá de la presión que teníamos por enfrentar a Croacia, por saber que teníamos la posibilidad de ganar la Copa Davis. La viví muy contento. Fue una semana de entrenamientos muy buena. Si tengo que elegir un momento fue cuando sabíamos que a 'Fede' ya no se le iba a escapar el partido, cuando quebró por segunda vez y tenía el saque. Esa caminata hacia el estadio es algo muy difícil de describir, con emociones muy fuertes.

   “Del momento en el que saltamos todos a la cancha me acuerdo muy poco porque la emoción fue muy grande”.

“Ni en mis sueños”

   Si bien no tuvo oportunidad de jugar en la final, Pella fue el único tenista argentino que estuvo presente en todas las series de la campaña, que tuvo la particularidad de ser siempre en condición de huésped.

   Debutó ante Polonia (ganó el primer punto), jugó el dobles frente a Italia (triunfó) y fue parte vital de la victoria contra Gran Bretaña.

   “Ni en mis mejores sueños hubiera pensando en ganar la Copa Davis, menos el año de mi debut; de haber jugado tan bien los partidos que me ha tocado entrar a la cancha; de haber ganado mis primeros tres juegos; de haber llegado una final. Fue un año increíble. Ojalá se repita, pero va a ser muy difícil”, confesó el zurdo de nuestra ciudad.

   “Este año (ver aparte) no obtuvimos los resultados que esperábamos. Pero esto hace que lo hecho el año pasado haya sido aún más increíble porque la dificultad de mantenerse en ese nivel es muy alta”, agregó.

Todos unidos

   Lo que remarcó el capitán argentino Daniel Orsanic minutos después de consagrarse campeón, refiriéndose a que era un éxito de todo el tenis nacional, quedó reflejado en cada paso y decisión de la campaña versión 2016 a través del espíritu equipista que fue forjado, independientemente del resultado final consecuente.

   “Lo de la unión de equipo es una parte de todo lo que pasó, aunque es muy importante porque en años anteriores Argentina tenía hasta mejor equipo, con mejores nombres, y no había podido conseguir la Copa. Esa fue algo fundamental del logro --señaló Pella--, pero además hubo un montón de cosas”.

   —¿Cómo cuáles?

   —Un poco de suerte, los rendimientos nuestros, que la verdad fueron muy buenos durante toda la Davis. Juan Martín jugó muy bien, las veces que me tocó entrar a mí lo hice bien, lo mismo Leo (Mayer), Fede (Delbonis), todos los que han entrado por lo menos un partido en la edición 2016 jugaron increíble y eso suma un montonazo.

   “Después, obviamente, cuenta la adaptación a la cancha, el nivel de los rivales. Pero creo que una de las razones más importantes del logro fue la unión; de saber que si uno no entraba a jugar no había problema o si le tocaba perder, el equipo lo iba a bancar. Y eso es vital”.

   —¿Cómo se forjó esa unidad?

   —Primero no hay mucha diferencia de edad con ninguno, y quieras o no el ser todos de una misma generación tiene un condimento especial. Además nos empezamos a llevar bien desde el principio. Todos sabían el lugar de cada uno, todos lo respetaban...y sabíamos que si todos tirábamos para el mismo lado, los resultados acompañaban y el nivel de juego estaba, podíamos llegar a lograr grandes cosas.

   —¿Y en la intimidad?

   —Teníamos charlas pre serie, posteriores a la misma, que nos permitieron abrirnos al equipo, a decirnos las cosas que pensábamos que estaban mal, las que estaban bien; a ver qué podíamos trabajar en la siguiente serie para poder conseguir un buen resultado. Todo eso fue clave, el poder hablar las cosas de frente, sin necesidad de estar ocultándose.

   Aunque la vorágine deportiva de nuestro país, clásica y polémica por cierto, intente demostrar lo contrario, la unión del equipo de trabajo en la Copa Davis que encabeza Daniel Orsanic no se modifica a base de resultados positivos o negativos. Es decir, según el propio capitán y varios protagonistas, la idea y formas de planificación se sostendrán.

   “Creo que es la única forma. Este año nos tocó descender y ninguno salió a pegarle a nadie. Cada uno que estuvo en esa serie se bancó lo que se le vino. Yo asumí mi responsabilidad, Diego (Schwartzman) y los chicos del dobles (NdR: Máximo González y Andrés Molteni) lo mismo. Fue sincera, todos intentamos tirar para el mismo lado como habíamos hecho en 2016”, enfatizó.

   “Y ahora en 2018 tenemos otra chance la cual ojalá podamos aprovechar para que Argentina pueda subir al Grupo Mundial de nuevo”, continuó Guido.

   Mientras tanto, además de seguir trabajando por el bien del tenis argentino, siempre es bueno recordar el pasado para edificar un futuro esperanzador.