Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

"Parece que el arte da un manto de impunidad", dicen desde Acciones Feministas

Habló Verónica Bajo, una de las representantes de este movimiento.
Foto: Archivo La Nueva.

Por Sol Azcárate / sazcarate@lanueva.com

   —Si se cuestiona un femicidio o una golpiza, todo el mundo va a estar de acuerdo con quien promueve ese derecho de no ser asesinadas. Pero cuando se cuestiona la degradación de las mujeres hay una reacción y una incomprensión.

   Verónica Bajo, una de las representantes de Acciones Feministas, habló sobre las reacciones que produjo la cancelación del recital de Gustavo Cordera en el teatro Rossini.

   Es que cuando se enteraron de que el músico, procesado por el delito de "incitación a la violencia colectivo" cuando dijo que “algunas mujeres merecen ser violadas”, iba a venir a Bahía Blanca, desde distintos espacios se levantaron en contra de su presentación.

   La dueña de la productora que lo traía salió en los medios a asegurar que conseguirá otro lugar para hacer el show, dijo “no le tengo miedo a las feministas” y las acusó de estar “pasándose de vivas”.

   En esa nota de La Nueva., muchos lectores también se expresaron en contra de quienes repudiaron la visita de Cordera.

   —Son esperables este tipo de reacciones. Por un lado queda en evidencia la violencia hacia las mujeres y la extrema naturalización de la degradación y la cosificación de las mujeres. Y además parece que el arte da un manto de impunidad, pero el arte es una actividad más y el artista también es plausible de ser racista y discriminador.

   En las redes también cuestionaron a Acciones Feministas por no oponerse de la misma manera al reciente show de Ricardo Arjona, acusado de golpeador y creador de algunas letras machistas.

   —Con el tema de Arjona nos han cuestionado muchas veces. Pero cuando estuvo en el 2009 hicimos una pegatoneada denunciando que estaba denunciado por golpeador. Teníamos una página que se llamaba ‘Música misógina’, en donde había un relevamiento de canciones donde se naturalizaba la violencia hacia las mujeres, y nos la cerraron.

   La productora que trae al músico apuntó sólo contra las feministas, por lo que Verónica Bajo destacó: “Esta objeción a Cordera la firman organizaciones gremiales, estudiantiles y sociales, no sólo nosotras. Esto habla de un compromiso y de que se va terminando la impunidad de este tipo de violencia, como pasa también con los concursos de belleza que se están poniendo en discusión”.

   La violencia simbólica está comprendida en la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres y se define así: “La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.

   Levantar la bandera de #NiUnaMenos quizás exija más que asistir a una marcha o la indignación colectiva ante cada nuevo femicidio: también una revisión más profunda de las costumbres y de las propias acciones. Y el arte (y los artistas) no debería quedar exento.