La piscina a pleno sol: cómo elegir su mejor ubicación

Redacción de La Nueva.

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Mario R. Minervino

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¿Porqué tener una piscina en la casa?. La respuesta del arquitecto Horacio Miglierina --especialista en la materia-- es contundente: “Por que puedo refrescarme en los tórridos días de verano, por que congrega a mis hijos y sus amigos, también los míos, por que genera un idea de frescura el espejo de agua, por que cuando llego cansado me refresco, porqué sí!”.

Más allá de estos argumentos, la pileta cumple una función que excede su función de refrescar. “Es definitivamente un lugar de reunión, familiar, de soledad, donde puedo nadar, jugar, hacer que buceo y muchas situaciones más. Relaja ver el agua calma o disfrutar del efecto escenográfico de noche con luces en el agua”, señala el profesional.

Pero hay otras consecuencias favorables: aporta humedad al ambiente y modifica la temperatura del entorno. Pero claro, hay cuestiones técnicas que deben atenderse para que el resultado sea óptimo. La pileta no tienen que ir “en cualquier lado”, sino que exige consideraciones previas.

Más sol

“Debe ubicarse en el lugar mas asoleado del patio. Generalmente mirando al Norte, se debe aprovechar el mayor tiempo de sol durante el día”, detalla Miglierina como cuestión primaria.

Se debe pensar, agrega, como estarán las reposeras y como irán girando siguiendo al sol. “Allí puedo imaginar las vistas que tendré, visualizando que sombras habrá en las distintas horas, los árboles y las construcciones del entorno”.

Esa reposera, que hace las veces de guía, debe apoyarse sobre un piso placentero, que no moleste al pisar. “Las baldosas atérmicas conforman el mejor material”, detalla. Por otra parte se puede armar la llamada “playa húmeda” o sector de pileta con muy poco agua, para mojar los pies o para que jueguen los más pequeños.

Los pasos

Una vez ubicada la piscina, primero se recrea su futura ubicación colocando estacas en el lugar indicado, improvisando la posición final, imaginando el solárium o lugar donde tomar sol, se pueden incorporar variables de escena. “Una cascada o desborde de agua sobre uno de los lados, que generan situaciones agradables y de gran atracción por sus sonidos.

Definida la ubicación y ya instalada la pileta, su solárium y los senderos que la unen con la casa, se puede incorporar el material vegetal y plantas, para completar las vistas, con formas y aromas. En lo posible debe ser plantas no agresivas, por la presencia de hojas punzantes, espinas, como así también prever su floración. “Las lavandas, por ejemplo, atraen abejas y pueden molestar”.

Otros elementos importantes, en particular para el clima bahiense, es la colocación de una caldera que dará temperatura al agua y así podremos usar la pileta más tiempo durante el año.

Hay que considerar que Bahía Blanca tiene 60 días de uso pleno de la pileta.

Completando la escenografía, la iluminación interior y un entorno ajardinado enriquecen la escena.

Así la pileta tiene vida todo el día, para todas las edades, desde la mañana con el desayuno, para niños, adolescentes y los mayores entrada la noche, placeres de exteriores.