El hombre que vino del futuro
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—León vino del futuro para enseñarnos.
La frase es del matemático Adrián Paenza, amigo de León Najnudel.
Najnudel fue el creador, artífice y motor de la Liga Nacional de Básquetbol.
Fueron duros los finales de los 70 y principios de los 80 para León. Pocos comprendían su idea, pocos entendían que León pensaba en grande. Se lo vapuleó desde Buenos Aires. Miguel Mancini fue su enemigo. Mancini era casi el dueño del básquetbol argentino. Era el presidente de Obras Sanitarias, el club que se quedaba con los mejores jugadores y que competía a nivel internacional. Mancini no quería la Liga. Su Obras perdería peso en una competencia federal.
También en Bahía Blanca. La competencia nuestra era de las mejores del país. Había que dar un paso altruista: ceder un buen torneo interno pero casi único en la Argentina, para un torneo nacional que nos hiciera mejores a todos.
Pero el “Ruso”, como le dicen sus amigos, tenía la cabeza muy dura. No paró. Contó con aliados como Quique Nocent (jefe de Deportes de este diario), Osvaldo Orcasitas (periodista de El Gráfico), el Chungo Butta (dirigente de Echagüe de Paraná), Horacio Seguí y Yoyo Cavallero (entrenadores) y pocos más. Y en el 84 la pusieron en marcha con el Torneo de Transición.
Gracias a León llegaron los Ginóbili, los Scola, el oro de 2004, el protagonismo de Argentina en los torneos internacionales, una salida laboral para miles…
Esta semana se cumplieron 19 años de su muerte. No se llevó los laureles. Un grande de verdad del que deberían aprender los chiquitos y que decía: “La Liga no le pertenece a nadie, es del deporte argentino”.