Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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La sonda Rosetta se estrelló en un cometa y terminó su odisea espacial de 12 años

Orbitaba en ese cuerpo celeste que cada 6 años pasa cerca de la Tierra y Marte.
Foto: Agencia Espacial Europea

   La sonda europea Rosetta se estrelló voluntariamente este viernes en el cometa Churi, la tumba helada donde descansará tras más de 12 años de odisea espacial.

   "Puedo confirmar el descenso completo exitoso", dijo el jefe de la misión, Patrick Martin, en el centro de control de la Agencia  Espacial Europea (ESA) en Darmstadt, Alemania, al tiempo que  anunció el fin de la misión.

   Rosetta fue la primera nave en orbitar en un cometa activo: el 67P/Churiúmov-Gerasimenko, descubierto en 1969 por el ucraniano Klim Churiúmov, estudiando fotos de su coterránea Svetlana Gerasimenko. Cada 6 años pasa cerca de la Tierra y Marte.

   Lanzada en marzo de 2004, Rosetta descendió en las últimas horas en el cometa y se apagó para siempre.

   La sonda pionera no estaba concebida para aterrizar, pero los ingenieros de la ESA hicieron todo para que el "impacto  controlado" en el cometa, tras descender durante 14 horas desde una altura de 19 km a 3,2 km/hora, fuese lo más "suave" posible.

   A partir del momento del impacto, la Tierra tuvo que esperar unos 40 minutos para ser informada por ondas de radio por la  sonda, que operó en piloto automático antes de apagar para siempre  todos sus circuitos.

   "Es como una eutanasia cósmica, fue desenchufada", dijo emocionado Roger Bonnet, exdirector científico de la ESA cuando se lanzó el proyecto.

   La sonda utilizó sus últimas fuerzas para acumular la mayor  cantidad posible de imágenes y datos científicos de este último viaje.

   La mayor parte de los instrumentos de la sonda estuvieron conectados durante las últimas horas. Su meta era tomar imágenes muy cercanas, "aspirar" los gases, medir la temperatura de Churi y su gravedad.

Viaje a la eternidad

   Decidida en 1993 por la Agencia Espacial Europea, la misión Rosetta apuntaba a comprender mejor nuestro Sistema Solar. Los cometas, aparecidos hace 4.500 millones de años, forman parte de los objetos más primitivos de este sistema planetario.

   La misión, que costó 1.400 millones de euros, ha permitido recoger tantos datos que van a ocupar a los científicos "durante  décadas", según la ESA.

   La misión estuvo marcada por las peripecias del robot-laboratorio Philae, que fue el primero en posarse en un cometa, el 12 de noviembre de 2014. Inerte desde que en julio de 2015 agotó  por completo sus baterías, Philae fue localizado a principios de  septiembre por la sonda.

   El cometa 67P se dirige actualmente hacia la órbita de Júpiter. Seguirá alejándose del Sol en su trayectoria elíptica, hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia de nuestro astro rey.

   Y con él se alejarán los restos de Rosetta, con más de 7.900  millones de kilómetros encima desde su lanzamiento en 2004, que  escolta al cometa desde agosto de 2014.

   Equipada con grandes paneles solares, la sonda ha ido perdiendo  potencia. Por eso, la ESA decidió dar por concluida su misión  mientras la controla.

   "Ahora es como una bella durmiente", comentó Roger Bonnet.

   Rosetta no tenía ninguna posibilidad de comunicarse con la  Tierra una vez en el suelo porque ya no tiene la capacidad de  orientar su antena principal, según Sylvain Lodiot, jefe de  operaciones de la ESA.

   La sonda se posó en una zona situada en la cabeza del cometa  que comporta hoyos, unas depresiones circulares anchas y  profundas, de donde escapan chorros de gases y polvo cuando el  cuerpo celeste se aproxima al Sol.

   Los científicos esperan ahora respuestas sobre el papel que  pudieron desempeñar los cometas en la aparición de la vida en la  Tierra. (NA y elpais.com)