Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Un estudio revela que en 100 años crecimos 10 centímetros

En Argentina, los varones aumentaron su estatura 3,7 centímetros más que las mujeres.
Foto: bbc.co.uk

   La población mundial incrementó su altura 10 centímetros en los últimos 100 años, según revela un estudio que difundió ayer el Imperial College of London y publica hoy La Nación.

    Ese aumento en la talla significó que los argentinos de hoy sean en promedio 10 centímetros más altos que sus abuelos: en 1914, un hombre medía 162,3 centímetros y en 2014, 174,6 centímetros. Es decir, hubo un crecimiento de 12,3 centímetros en las sucesivas generaciones. Las argentinas, que medían a principios de siglo 150,6 centímetros, ahora alcanzan los 159,2 centímetros. O sea, crecieron 8,6 centímetros respecto de sus antepasadas, y 3,7 centímetros menos que los hombres actuales.

    El informe fue elaborado por la universidad británica, en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Imagen: La Nación

Las causas 

   La alimentación, el aumento en la esperanza de vida y la menor incidencia de enfermedades en la infancia son algunas de las razones que explican por qué las nuevas generaciones son más altas que las de sus abuelos.

   El estudio se hizo con datos recopilados de 200 países y abarca una población de 18 millones de personas. Se considera que es el análisis de estatura más amplio hecho hasta el momento, y abarca la evolución de la talla entre 1914 y 2014.

   De todas formas, los datos muestran que en algunos de los países más ricos el aumento en la talla se estancó y el incremento fue mayor en aquellos menos favorecidos.

   Por ejemplo, hace un siglo los hombres más altos del planeta eran los suecos, que hoy ocupan el puesto número 15 del ránking. Los noruegos eran los segundos de mayor altura y hoy cayeron al puesto decimotercero. Los de Estados Unidos, en tanto, que a principios del siglo XX eran los terceros entre los más altos del mundo, hoy se encuentran en el puesto 37, con el agravante del aumento de la obesidad que se registra en ese país.

¿Y los argentinos?

   En 1914 estaban en el puesto 91, en la mitad de la fila. Un siglo después pasaron a ubicarse entre el tercio de los más altos del planeta, en la posición número 55.

   Las argentinas también ganaron en altura, aunque no tanto como ellos. Pasaron del puesto 117 al 96. Con excepción de las holandesas, que ocupan el segundo puesto, con una talla de 168,7 cm, las mujeres más altas del mundo hoy viven en países como Letonia, Estonia, República Checa y Serbia. Las filipinas y las guatemaltecas son las más bajas del planeta, sin alcanzar el metro y medio de altura.

   La diferencia de estatura entre hombres y mujeres también se incrementó en la Argentina, más que el promedio mundial. Mientras que hace un siglo ellos les llevaban unos 11,7 centímetros de diferencia, ahora esa brecha pasó a ser de 15,4 centímetros. A nivel mundial es de 11 centímetros. 

Condición socioeconómica

   La brecha entre las naciones más ricas y las más pobres alcanza los 20 centímetros. En algunos países de África, como Sierra Leona, Uganda y Ruanda, la talla, en un siglo, disminuyó unos cinco centímetros.

    "La estatura es un indicador del bienestar de salud y económico de la sociedad. El crecimiento es un espejo de la sociedad, no del individuo sino del grupo poblacional", apunta a La Nación Horacio Lejarraga, jefe del Servicio de Crecimiento y Desarrollo del hospital Garrahan y expresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

Desventajas

   Más altura, dice el estudio, también tiene sus aspectos negativos: si bien las personas más altas viven más años y la mayor estatura reduce los riesgos de muerte perinatal, también significó un aumento en la incidencia de enfermedades cardíacas y de tumores.

   "Ese rango de 20 centímetros de altura (que diferencia a las poblaciones más altas de las más bajas) está asociado con una reducción del 17 % de los riesgos cardiovasculares, pero también con un incremento de entre el 20 y el 40 % de mortalidad por cáncer, dependiendo del país", se lee en el estudio. (La Nación)