Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El celular tiene más bacterias que el inodoro

Según datos revelados por la Universidad de Barcelona, la pantalla de un smartphone puede contener hasta 600 gérmenes, los mismos que hay en rejillas y esponjas. Agencia EFE
Las bacterias que se hallaron en las pantallas de "smartphones", o tabletas, son del mismo tipo que las que hay en rejillas, o trapos tipo ballerina.

Las pantallas de los teléfonos inteligentes pueden contener hasta 600 bacterias, 30 veces más que las 20 que hay en en un inodoro, según la investigadora del Departamento de Microbiología de la Universidad de Barcelona (UB) Maite Muniesa.

Muniesa presentó en el día de ayer en Barcelona un informe sobre los gérmenes en la vivienda, durante el que dio a conocer los resultados de un estudio realizado con una encuesta en 1.000 hogares españoles para conocer sus hábitos de limpieza.

La experta en microbiología de la Universidad de Barcelona alertó de una falta importante de desinfección en "zonas olvidadas" de las casas, como las ballerinas (o rejillas de cocina) y esponjas, los vasos donde se guardan los cepillos de dientes y las gomas de aparatos como la heladera o la cafetera.

"No es lo mismo tener una superficie limpia que una superficie descontaminada", insistió, tras revelar que las bacterias que se han encontrado en las pantallas de "smartphones", o teléfonos inteligentes, y tabletas son del mismo tipo que las que hay en rejillas, o trapos tipo ballerinas y esponjas de la cocina.

"Esto es porque manipulamos muchos objetos a la vez", explicó, "y no nos desinfectamos las manos debidamente".

En este sentido, advertió de la necesidad de extremar las medidas higiénicas en el contacto directo con mascotas, niños pequeños, mujeres embarazadas o personas que estén especialmente débiles por algún motivo.

Los juguetes, por ejemplo, son objetos de la casa que pocas personas limpian y que, sin embargo, contienen muchos gérmenes, porque los niños "llegan del parque y los tocan, o a veces incluso el perro o gato juega con ellos".

Muniesa pidió "tomar conciencia de que las actividades humanas no son las de los animales", porque, según dijo, muchas familias tratan a su mascota "como uno más" e incluso "le permiten sentarse en las sillas del bebé o pasearse por el mármol de la cocina, donde después se van a manipular alimentos".

La cocina es otro espacio lleno de gérmenes que no vemos, según el estudio: el interior de la heladera, el lavadero y los estropajos húmedos acumulan bacterias como "la salmonella, el campylobacter o la escherichia coli, que son los patógenos intestinales más comunes".

Por ello, recomendó dejar los estropajos en remojo con desinfectante o secarlos en el microondas.

En cuanto a las zonas húmedas, la investigadora bromeó con que son un "paraíso" de los gérmenes, puesto que es donde proliferan con más rapidez.

El moho en los baños, el desagüe de la ducha, las toallas húmedas, los cepillos de dientes y el vaso que los contienen son "entornos perfectos y adecuados" para el crecimiento de hongos y bacterias.

A pesar de la omnipresencia de gérmenes en el hogar, la doctora Muniesa aclaró que "preocuparse en exceso tampoco es bueno", porque de lo contrario "estaríamos todo el día limpiando la casa".

Simplemente, propuso tener "un poco más de cuidado" y "cambiar hábitos" que no representan un gran esfuerzo, pero que "pueden comportar un cambio significativo".