Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Según la OMS, subió la venta de comida rápida y bebidas en Latinoamérica

Los especialistas destacaron que ayuda al aumento de las tasas de obesidad en la región.
Fotos: Reuters

   Las ventas de alimentos procesados industrialmente, incluyendo la comida rápida y las bebidas azucaradas, aumentaron de manera constante en América Latina y están ayudando al incremento de las tasas de obesidad en toda la región, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).

   El nuevo informe "Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas", muestra que entre 2000 y 2013 las ventas per cápita de estos alimentos aumentaron en América Latina, aun cuando disminuyeron en América del Norte.

   Enrique Jacoby, asesor sobre Nutrición y Actividad Física de la OPS/OMS, estos productos "no están diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales de las personas, sino para que se conserven por mucho tiempo en los estantes y generen deseos incontrolados de consumo".

   "Llegan a dominar los mecanismos innatos de control del apetito y hasta el deseo racional de dejar de comer. Por ese motivo, resultan doblemente perjudiciales: son casi adictivos y eso lleva a aumentar el sobrepeso y la obesidad, al tiempo que sustituyen los alimentos frescos, que son la base de una dieta natural rica en nutrientes", explicó Jacoby.

   La ventas per cápita de los productos ultra industrializados aumentaron -en los 13 años contemplados en el estudio- un el 27,7 % en los 13 países examinados de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), mientras que en América del Norte bajaron 9,8 %, según el informe.

   Los productos abarcan a las bebidas no alcohólicas, refrigerios dulces y salados, cereales de desayuno y barras, golosinas, helados, bebidas deportivas y energéticas, jugos de frutas y vegetales, té y café embotellados, pastas para untar, salsas y comidas preparadas.

   Sugieren campañas de información y educación, pero también proteger y promover la agricultura familiar, los cultivos tradicionales, la inclusión de los alimentos frescos de origen local en los programas de almuerzo escolar.

   Además recomiendan la promoción de las habilidades domésticas de preparación de alimentos y cocinar, en consonancia con el Plan de Acción para la Prevención de la obesidad en niños y adolescentes de la OPS/OMS que se aprobó en 2014.

   También llama a establecer límites estrictos a la comercialización de productos alimenticios poco saludables para los niños. (Télam)