Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Usan un oso de peluche para controlar a un niño enfermo

Mide la temperatura, el ritmo cardíaco y el nivel de oxígeno en sangre.
Foto: latribuna.hn

   Las enfermeras de un hospital de Croacia le dieron un oso de peluche a un niño que está internado para que se entretenga mientras ellas lo controlan.

   El juguete mide su temperatura, su ritmo cardíaco y el nivel de oxígeno en sangre.

   Esta escena es ya habitual en varios hospitales de Croacia, Bosnia, Reino Unido y EE.UU. que están usando de forma experimental este dispositivo con la intención de hacer más fácil la vida de pequeños que pasan por un centro médico o que padecen males crónicos.

   "Hasta ahora, obteníamos esos tres datos, muy importantes en nuestros pacientes, con tres instrumentos diferentes, por tres enfermeras distintas, en tres puntos de medición diferentes", cuenta Boro Nogalo, director del Hospital Srebrnjak de Zagreb (Croacia), especializado en enfermedades respiratorias en niños.

   Los sensores ocultos en las patas del osito miden en pocos segundos esos valores y los envían al teléfono móvil del médico, la enfermera o los padres del niño, mientras éste se divierte jugando.

   Según el doctor Nogalo, este osito médico ayuda a suavizar el estrés que provocan esas mediciones en los pequeños.

   Nogalo confía en que las investigaciones clínicas confirmen su fiabilidad como instrumento de medición tanto en hospitales como para uso particular, de forma que los padres de enfermos crónicos puedan prevenir, por ejemplo, ataques de asma en casa.

   Este osito fue creado por Josipa Majic y Ana Burica, dos jóvenes croatas -una informática y la otra economista-, que tuvieron la sencilla pero original idea de instalar sensores en un animal de juguete.

   Su ida fue galardonada en 2013 con el VentureOut Challenge del Banco Mundial y atrajo en 2014 gran atención en el Consumer Electronics Show, una prestigiosa feria tecnológica que se celebra en Las Vegas (EE.UU.).

   Su precio final aún no se definió, aunque podría oscilar entre los 100 y los 200 dólares.

   Ya hay siete inversores en el Reino Unido dispuestos a financiar la producción de este osito médico. (EFE)