Espirometría: ¿en qué casos puede aconsejarse?

Redacción de La Nueva.

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David Roldán

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Son muchas las enfermedades que pueden afectar el aparato respiratorio.

Sus manifestaciones más frecuentes suelen ser cansancio, tos, dificultad para respirar y fatiga ante los esfuerzos.

Un diagnóstico precoz puede incrementar las posibilidades de recuperación del paciente y es la espirometría el primer estudio que suelen realizar los neumonólogos a la hora de identificar una enfermedad.

Ahora bien, ¿qué es una espirometría?

Según un informe elaborado por la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, la espirometría es el estudio más utilizado y recomendado para evaluar variados síntomas, ya que es sencillo, no invasivo y de bajo costo.

Precisamente el sábado pasado se celebró el Día Mundial de la Espirometría.

Suele constituir el primer escalafón diagnóstico de todo síntoma respiratorio y, en manos especializadas (médicos neumonólogos) puede aportar información sobre el funcionamiento de pulmones, bronquios, tráquea, músculos respiratorios, etcétera.

Este estudio puede ser utilizado desde los 3 años de edad en adelante.

No requiere muestras de sangre, anestesia, ayuno y se efectúa en alrededor de 20 minutos.

De este modo será posible medir el volumen de aire exhalado (disminuido en diversos cuadros) y detectar trastornos que comprometan el pasaje de aire a través de los bronquios, como con frecuencia se observa en personas que padecen asma o una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Si el paciente es fumador, se le pedirá que se abstenga de fumar por una hora antes del estudio.

También se recomendará no ingerir una comida abundante y no realizar ejercicio físico intenso, al menos desde dos horas antes del test.

Los valores de capacidad respiratoria y velocidad del flujo aéreo así obtenidos son comparados con valores de referencia surgidos de los estudios realizados en población sana, tomándose especialmente en cuenta la edad, el sexo y la talla del paciente para realizar dicha confrontación.

Vale preguntarse cuándo hacerse una espirometría. Veamos.

a) Si siente síntomas respiratorios tales como tos, catarro, silbidos en el pecho o falta de aire al hacer algún esfuerzo.

b) Si la persona es fumadora.

c) Si tiene una enfermedad respiratoria y diagnosticada, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).fibrosis pulmonar u otras vinculadas al hábito de fumar.

En estos casos el estudio se realiza en forma periódica para controlar la evolución y valorar la respuesta al tratamiento instituido.

d) Si está involucrado en actividades laborales vinculadas a la industria minera, textil, química, metalúrgica, maderera, entre otras.

Para ello, deberá controlarse al comienzo de la relación laboral y luego, a intervalos regulares, dependiendo del tipo de riesgo.

e) Si va a someterse a una cirugía o si va a comenzar a practicar algún tipo de deporte.

Si usted tiene una enfermedad respiratoria conocida o presenta factores de riesgo para padecerla, debe ser evaluado por un especialista y conocer el estado de sus pulmones.

En definitiva, una espirometría no nos dirá directamente cuál es el problema pulmonar al que nos enfrentamos, pero sí nos indica si la función pulmonar está alterada con un patrón obstructivo (el aire no puede salir fácilmente) o restrictivo (el aire no puede entrar).

Esto ayuda mucho a decidir un tratamiento útil, y permite enfocar el diagnóstico con la clínica u otras pruebas diversas.

Asesoró santiago c. Arce, médico neumonólogo en la asociación argentina de medicina respiratoria (aamr)