Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Café Cortázar: gastronomía y literatura al día

Por tres meses se expondrá en este bar un trabajo realizado en París por el reportero gráfico Hugo Passarello Luna con retratos a lectores y amigos del escritor.
Café Cortázar: gastronomía y literatura al día. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

Hay un sitio en Buenos Aires que combina el amor por la obra y vida de Julio Cortázar con una deliciosa propuesta gastronómica. Se trata del Café Cortázar, un bar que propone actividades y espacios para compartir las particularidades del cronopio que tiene millones de admiradores en el mundo.

Días atrás, con una charla abierta de la escritora Luisa Valenzuela se inauguró en este espacio la muestra Fotoreportaje inesperado sobre Cortázar, París y sus lectores, una selección de retratos a escritores, pintores, y dibujantes realizados en París por el periodista y reportero gráfico Hugo Passarello Luna. La muestra se podrá visitar durante tres meses.

Se trata de una selección de retratos realizados por el periodista y reportero gráfico en 2014 en París a lectores y amigos de Cortázar, para celebrar los 100 años de su nacimiento y entre los retratados están los escritores Martín Kohan, Pablo De Santis y Alberto Manguel, las escritoras Tununa Mercado, Ana María Shua, el dibujante Rep y el pintor Antonio Seguí.

El proyecto consistió en que los participantes elijan un pasaje de la novela Rayuela, mencionen un lugar de París, acepten ser retratados en el sitio elegido y expliquen por qué prefirieron ese pasaje o lugar.

Según explicó Passarello Luna, "el reportaje, que se realizó entre septiembre 2013 y agosto 2014, busca crear una rayuela de imágenes que entrelacen a la vez París, Cortázar y las historias personales de los participantes".

El trabajo del periodista ya ha sido expuesto en dos salas en París, en la Casa de la Cultura de Neuilly-Sur-Seine, en el Centro Audiovisual de Rosario, en el Café el Sur y se podrá visitar durante tres meses en el Café Cortázar.

El lugar está abierto de domingo a jueves de 8 a 2 de la madrugada y viernes y sábados de 8 a 4 de la madrugada.

Tal como en la historia de vida del notable autor argentino en este bar conviven los guiños franceses con los argentinos. Algunas mesas tienen tapa de fórmica, bien porteñas y otras son con disco de mármol, parisinas.

Tiene ese aire de los cafés típicos de antaño, en que los acompañamientos se sirven en platitos de metal y en donde a cualquier hora se puede pedir un vermú. El lugar está ambientado con fotos y murales de Cortázar.

Las ensaladas son otra especialidad del lugar. "La Maga" trae rúcula, espinaca, croutones, salmón ahumado, parmesano y nueces. Y un agregado: ese dejo en la nostalgia del personaje de Rayuela, Lucía, la compañera de historias de Oliveira.

Una máquina de escribir igual a la que supo concretar las ideas de Cortázar, espera al lado de un café a que alguien vuelva a poseerla. Detrás vemos uno de los dos murales creados por Ricardo Villar.

La carta incluye carnes, pastas, pescados, omelettes, bondiolas y variedad de productos y combinaciones. También hay picadas, cerveza y panes artesanales.

Se puede disfrutar de una buena picada Bestiario, o quizás una Deshoras, todo siempre con el aire a nueva narración y encuentro.

Esquina cronopia, espacio literario y refugio musical. En el Café Cortázar suceden artes, siempre girando en torno al legado del escritor. (Telam/Lucas Fauno).