Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Que no les falte pan a los pobres

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, presidió ayer la misa del Corpus Christi en la catedral metropolitana. En su mensaje llamó a ser compasivos con toda miseria humana.
El cardenal Mario Poli presidió la misa de Corpus Christi.

El arzobispo de Buenos Aires y primado argentino, cardenal Mario Poli, pidió ayer que no falte el pan en la mesa de las familias pobres y llamó a ser compasivos con toda miseria humana, al presidir la misa del Corpus Christi en la catedral metropolitana.

La expresión pública de fe de los católicos porteños llevó por lema “Pan vivo para el camino” y se enmarcó en el Sínodo Arquidiocesano que la jurisdicción eclesiástica de Buenos Aires inició recientemente y se extenderá hasta 2020, para renovar la tarea evangelizadora y “encontrarse con los más alejados” de la Iglesia.

“En la tierra bendita del pan, hoy más que nunca, deseamos que no falte (el pan) en la mesa de las familias pobres, y para que así suceda nos comprometemos, como rezamos en la Oración del Sínodo: 'queremos ser misioneros misericordiosos, aprender a detenernos y ser compasivos con toda miseria humana'”, sostuvo.

“El camino de nuestro Sínodo tiene una sola dirección: de la Eucaristía, que estamos celebrando, a las periferias, como nos enseña el papa Francisco, para encontrarse con los más alejados, sólo así podremos considerarnos una Iglesia en salida, como a él le gusta”, agregó.

El purpurado porteño afirmó que “el cuerpo de Cristo nos invita a recorrer el camino de la misericordia que nos hace encontrar a tantos hermanos y hermanas que nos tienden las manos, esperando que alguiewn las aferre y poder así caminar juntos”.

La curia metropolitana decidió celebrar la misa del Corpus Christi en el interior del catedral, no en la Plaza de Mayo como es habitual, ante el alerta de lluvias intensas, por lo que el cardenal Poli ironizó sobre esa situación al comenzar la homilía.

“Ustedes están allí porque le dimos mucho crédito a los pronósticos y nos olvidamos que, seguramente, mucha gente rezó para que estén disfrutando del sol de este momento”, dijo el arzobispo a las numerosas personas que siguieron la celebración a través de pantallas gigantes instaladas en el atrio del templo.

El cardenal Poli expuso luego la custodia con el Santísimo Sacramento u hostia consagrada sobre el altar, para la adoración de los fieles y renovó la consagración de la ciudad y de la arquidiócesis a Nuestra Señora de Luján.

Antes de finalizar la celebración religiosa, el arzobispo impartió la bendición con la sagrada forma a los fieles dentro y fuera del templo, agradeció la presencia del secretario de Culto, Santiago de Estrada, quien “siempre participa del Corpus”, y deseó un feliz día a los padres en víspera de la celebración de esa fecha.

La celebración del Corpus comenzó por la mañana con una marcha juvenil desde cuatro puntos de la ciudad hacia la catedral porteña.

Durante la marcha, los jóvenes reflexionaron sobre “el flagelo de la trata de personas y otras realidades de desesperanza” y realizaron tres gestos para plantear la propuesta de la Iglesia de construir una patria profundamente fraterna, cercana y compasiva con el otro.