Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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El yoga abre sus puertas a los animales, incluso de granja

La introducción de animales en terapias médicas es cada vez más examinada por centros de investigación. Harán un estudio sobre cómo pueden ayudar a niños maltratados y abusados.
Las cabras son los animales más elegidos para las clases de yoga. La integración se cree que comenzó el año pasado en Estados Unidos.

Agencia EFE

En el benévolo ecosistema de los practicantes de yoga empieza a germinar una tendencia que busca subrayar la comunión con la naturaleza, esa suerte de principio base de la disciplina, y que consiste en incluir a animales de toda pelambre en las sesiones.

“Es una experiencia divertida, inocente y alegre. Es una oportunidad para que la gente se reúna y disfrute al aire libre, los animales y el yoga”, dijo Michelle Tritten, una instructora de yoga en Los Ángeles, California.

“Trae sonrisas y felicidad, algo que todos necesitamos”, agregó la profesora sobre esta tendencia de realizar sesiones de yoga al lado de compañeros de 4 patas que se extiende por varias ciudades de los Estados Unidos, y que tiene a las cabras como una de sus principales protagonistas.

Tritten asegura que desde que era niña tuvo cabras como mascotas y desde entonces descubrió que este pequeño mamífero tiene una personalidad intrigante, la misma que quizás explica ese injusto estereotipo que acarrea la frase “loco como una cabra”.

“Nunca conocí a 2 cabras que sean iguales”, señaló la instructora, quien no dudó un minuto cuando le propusieron introducir a estos saltarines animales en su clase de yoga.

La primera sesión que hizo con esta variante fue para la celebración del Día de la Tierra, el pasado 22 de abril.

Se trata de sacar a los practicantes de yoga de los salones reducidos, exponernos al aire libre y enseñarles a compartir espacio con los animales, dijo.

Por su parte, las cabras, en su mayoría recién nacidas o que aún están amamantando, interactúan con los estudiantes mientras se completan las rutinas y algunas incluso no dudan en subirse a la espalda de algún humano envuelto en una complicada genuflexión.

“Los beneficios varían para cada individuo. Sin embargo, los animales son fieles a sí mismos. Creo que el yoga puede ayudarnos a reconectarnos con nuestro verdadero yo. Tal vez estar en presencia de animales mientras practican yoga acelera el proceso”, aseguró Tritten.

“Es imposible estar triste y deprimido cuando hay cabritos saltando”, señala Lainey Morse, organizadora de un evento de este tipo en aquel estado del oeste del país.

“Creo que con esta propuesta salís un poco de la rutina y (te permite) realmente conectarte con la naturaleza y la inocencia”, manifestó María García, practicante de yoga desde hace 15 años.

La reconocida Clínica Mayo asegura que la terapia asistida con animales puede reducir de manera significativa el dolor, la ansiedad, la depresión y la fatiga en las personas que presentan múltiples y variados problemas de salud.

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los organizadores de estas sesiones, que incluyen también a perros o conejos, es lógicamente el poco control que se tiene sobre los mamíferos de 4 patas, más si son animales de corral.

“He visto como la cabra se sube sobre algunas de mis compañeras de sesión, parece que estos animales se divierten más que nosotros, pero eso es bueno, porque la alegría se contagia”, dijo García.