Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Adolescentes malhumorados: ¿qué sucede?

No sería causado por la falta de sueño que resulta de las salidas nocturnas o de quedarse pegados al teléfono.
Adolescentes malhumorados: ¿qué sucede?. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

El malhumor de los adolescentes se confunde en las quejas de los padres con un sinfín de otras con-ductas típicas: la costumbre de contradecir las opiniones de los adultos, los cambios abruptos de humor, la falta de tolerancia a las críticas, entre otras, que a primera vista parecen inevitables.

Sin embargo, el malhumor tan frecuente entre los jóvenes no sería, como suelen coincidir padres y madres, causado por la falta de sueño que resulta de las habituales salidas nocturnas o la costumbre de quedarse pegados al teléfono celular hasta altas horas de la noche.

Un reciente estudio norteamericano sugiere que el malhumor en los adolescentes se debería al hecho de que son naturalmente noctámbulos, pero dado que sus horarios escolares contradicen los ritmos biológicos que controlan sus estados de vigilia y de sueño, sufren somnolencia diurna.

Y ahí aparece el malhumor, pero no porque voluntariamente no duerman, sino porque los ritmos de sueño a los que están sometidos no se condicen con sus necesidades biológicas de descanso.

“Unos horarios de inicio de la escuela que coincidan con las necesidades, la cantidad y el horario de sueño, y que reduzcan la somnolencia diurna, son críticos para la salud, la seguridad y el rendimiento de los adolescentes”, advirtió la doctora Judith Owens, directora de medicina del sueño del Hospital Pediátrico de Boston, Estados Unidos, y autora del estudio en cuestión, cuyas conclusiones acaba de publicar la prestigiosa revista médica Pediatrics. Owens sostiene que cambiar los horarios de ingreso escolares es la solución.

No antes de las 8.30

Su propuesta coincide con la de la Academia Americana de Pediatría, de los Estados Unidos, que emitió una recomendación en 2016, de que las escuelas secundarias no deberían abrir sus puertas antes de las 8.30.

Y si es más tarde, ¡mejor!

“Debido a cambios en el ritmo circadiano (el reloj interno del cuerpo) que coinciden con la pubertad, la mayoría de adolescentes no puede dormirse mucho an-tes de las 23, por tanto su hora de despertarse por la mañana debería ser alrededor de las 8, para permitirles tener tanto una cantidad como un horario de sueño óptimos”, explicó Owens.

Problemática

Algunos padres y algunas instituciones educativas están empezando a tomar en cuenta esta problemática.

“Vemos que muchos padres optan por mandar a sus hijos al colegio a la tarde. Por su parte, los colegios que están atrasando su horario de ingreso se están adaptando mejor a esta realidad y favorecen a los chicos a rendir mejor”, explicó la doctora Lucila Fernie, jefa de pediatría del Hospital Británico, que recordó que la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomienda que los adolescentes duerman no menos de 8 a 9 horas diarias.

Ritmos circadianos

“Lo que tiene el mayor impacto no es cuánto tiempo se duerma, sino cuándo se duerme en relación con los ritmos circadianos naturales del cuerpo y cómo afecta la falta de sueño”, distinguió la doctora Owen.

A esa conclusión arribó la investigadora tras realizar una encuesta que incluyó a más de 2.000 estudiantes secundarios de 19 escuelas en el condado de Fairfax, en Virginia, quienes debieron responder cuánto tiempo dormían, si tenían sueño durante el día, a qué hora se levantaban por la mañana y si eran noctámbulos o madrugadores.

Evaluación

La encuesta se complementó con una evaluación de la conducta emocional y las habilidades de pensamiento de los participantes, lo que permitió concluir que el 22% de los adolescentes dormían menos de siete horas en las noches de escuela.

“Pero lo que afectaba su conducta y sus habilidades de pensamiento no era la cantidad de tiempo que dormían, sino tener sueño durante el día junto con estar despiertos hasta tarde”, puede leerse en las conclusiones del estudio recientemente elaborado y difundido.