Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Comiendo sano de joven se evitará más obesidad

En esta etapa ya se fijan algunos patrones que perduran en la adultez. Se promueven las dietas saludables.
Comiendo sano de joven se evitará más obesidad. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

David Roldán

droldan@lanueva.com

Comer sano a edades tempranas tiene su premio

En la adolescencia una dieta que incluya frutas y verduras variadas, proteínas magras y granos integrales, pero que, al mismo tiempo, ponga un límite a la ingesta de azúcar, a la carne roja y a los alimentos procesados tiene un efecto positivo sobre el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad en la edad adulta.

Más precisamente, como muestra un estudio norteamericano, comer sano de adolescente reduce las probabilidades de desarrollar un peso corporal excesivo años más tarde.

"Las personas con una dieta más sana a los 15 años aumentaron menos de peso en los siguientes 5 y 10 años", comentó el doctor David Jacobs, profesor de epidemiología y salud comunitaria de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos y autor principal del estudio cuyas conclusiones publicó la revista "The Journal of Pediatrics".

El estudio mostró que aquellos adolescentes que comían de forma saludable no eran más delegados cuando tenían 15 años.

No obstante, sí lo habrían de ser a los 20 y 25 años de edad.

Además, esa tendencia a tener un peso que se encuadre dentro de parámetros naturales se verificaba en forma independiente de otros factores del estilo de vida que fueron evaluados en los participantes del estudio como, por ejemplo, los niveles de actividad física y el consumo de tabaco.

Las preferencias y actitudes con respecto a la comida podrían estar establecidas ya a los 15 años de edad.

"Las elecciones que hacen los adolescentes durante esa etapa establecen un patrón de dieta de por vida, lo que podría influir en el aumento de peso a lo largo del tiempo", dice el doctor Jacobs.

Agregó que los padres y los profesionales de atención de la salud deben ayudar a los jóvenes a desarrollar hábitos de alimentos saludables y a reconocer que los gustos pueden cambiar.

La doctora Mónica Katz, especialista en nutrición de la Universidad Favaloro, de Buenos Aires, destacó el valor de la educación nutricional en el adolescente como herramienta fundamental para prevenir el exceso de peso en la edad adulta.

"La obesidad es un desorden de aprendizaje que se puede revertir mediante los estímulos adecuados, pues las personas son capaces de aprender o desaprender conductas que afectan su salud", señaló la experta.

La recomendación del doctor Jacobs está en sintonía con un reciente statement de la Academia Americana de Pediatría de los Estados Unidos, que recomienda que los padres y los médicos deben fomentar en los adolescentes un estilo de vida saludable, en lugar de preocuparse por su peso corporal.

"Debemos concentrarnos en la salud y en las conductas saludables, en lugar de la cifra en la báscula", declaró el doctor Neville Golden, autor líder de las nuevas recomendaciones y profesor de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

La recomendación de la Academia Americana de Pediatría nace del riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia, que hoy resultan frecuentes entre los adolescentes cuando intentan perder peso.

"En un esfuerzo por perder peso, algunos recurren a tácticas arriesgasadas, como los ayunos, el uso de pastillas de dieta y laxantes, o el ejercicio en exceso, advirtió Golden.

Para ayudar a evitar esos problemas, los padres y los médicos deben alejar a los adolescentes de las dietas.

El eje de la alimentación en la adolescencia (y, vale decir, en cualquier etapa de la vida) es comer sano y variado.

Sin embargo, los estudios sugieren que es muy alta la tasa de adolescentes argentinos que, como resultado de una mala alimentación (y del sedentarismo) padecen sobrepeso.

La Encuesta Mundial de Salud Escolar dice que en Argentina aumentó la prevalencia de jóvenes con sobrepeso de 17,9 a 27,8 por ciento.