Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Cómo mantener un estilo de vida saludable en las vacaciones

Estar más relajado no debería ser sinónimo de comer más ni de consumir alimentos más elaborados y calóricos, pero suele sucedernos. ¡A no caer en la trampa!

Por lo general, salir de vacaciones nos da la excusa perfecta para consumir alimentos más elaborados que no siempre son los más adecuados para nuestra dieta. Las porciones tienden a ser más grandes y sumamos más calorías de lo que parece.

La nutricionista bahiense Carolina Miller aseguró a “La Nueva.” que si estamos atentos con un mínimo esfuerzo podemos tomar mejores decisiones para cuidar nuestro peso aún cuando estemos en vacaciones.

Entre otros consejos mencionó que lo ideal es evitar las comidas rápidas, las gaseosas, el alcohol y tratar de controlar el tamaño de las porciones.

No al Fast Food

Es vital procurar no comer en restaurantes de comida rápida. Sus menús contienen productos con gran cantidad de calorías, grasas saturadas, harinas refinadas y azúcar. En cambio, podés elegir experimentar nuevos sabores y disfrutar de la cocina local.

Evitar las gaseosas

Miller recomendó tener cuidado con las bebidas que contienen muchas calorías, como las gaseosas. La mejor opción siempre es consumir agua. Para saborizarla podés utilizar rodajitas de limón pepino u hojitas de menta.

Otra opción saludable es el té verde helado sin azúcar que puede ser reemplazada por endulzantes sin calorías.

Menos alcohol

La ingesta de alcohol también aumenta durante las vacaciones. Hay que ser más cuidadoso con su consumo, ya que el alcohol aporta muchas calorías vacías, es decir, que solo engordan pero no proporcionan nutrientes a nuestro organismo.

Siempre procurá beber no más de dos copas o vasos por ocasión. Y si podés elegir, inclinate por el vino o tragos combinados con jugos de frutas sin azúcar o soda.

Controlar porciones

“No hace falta privarse de lo que a uno le gusta durante las vacaciones, pero´es recomendable tratar de controlar el tamaño de las porciones”, dijo la profesional.

Aconsejó evitar los combos y aperitivos antes del plato principal. También sugirió compartir el plato con alguien de tu familia o guardar una mitad para la próxima comida.

Los tenedores libres por atractivos que parezcan no son una buena idea, porque a mayor cantidad de comida disponible mayor tentación a comer de más.

Indagar sobre el menú

Es recomendable preguntar cómo está preparado el plato que vas a pedir y como lo sirven, así podés hacer algunos cambios a tu elección. Por ejemplo, si pedís pollo y viene frito, quizás podés pedir que lo preparen a la plancha, o en lugar de acompañar la carne con papas fritas o puré, prefieras pedir una buena ensalada.

¡Cuidado con los antojos!

En el restaurant, evitá comer pan u otros alimentos antes de que llegue la comida. Además de aportar una cantidad considerable de calorías, te van a quitar el hambre.

Elegí un solo postre

Si las ganas de comer postre son muy grandes, elegí sólo una porción del que más te guste. De lo contrario, preferí ensaladas de frutas o té.

Frutas y verduras

Trata siempre consumir frutas y verduras cada vez que puedas. Es preferible comenzar con una ensalada de buen tamaño con varios vegetales, entre mas colorida mejor.

Podés condimentarla con aceite de oliva o vinagre, sal y limón. Evitá los aderezos cremosos. En los platos principales conviene reemplazar los purés o papas fritas por verduras.

Realizá ejercicio

Una buena alimentación debe complementarse siempre con actividad física. Si estás en un destino de playa podés aprovechar para salir a correr por la arena en las horas que baja el sol o para hacer una larga caminata.