Disfrazado de bautismo

Redacción de La Nueva.

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Un video que trascendió esta semana muestra a un jugador de la selección sub 16 de hockey de San Juan en un “rito de iniciación” que consiste en azotar a otro compañero.

Le pega duro en su espalda desnuda. Si hasta se le ven las marcas al agredido. Detrás se escuchan las risas de los otros. Las risas de los que están de acuerdo y de los que no están de acuerdo pero deben parecerlo.

El “bautismo” se da en muchos ámbitos: en el deporte, en un trabajo, en un colegio, en un nivel terciario.

Era famoso el “bautismo” en la carrera de Educación Física que a veces se tornaba durísimo. Y si bien los ingresantes podían negarse a hacerlo, quedaban marcados para toda la carrera como “los que se negaron” y hasta se les deslizaba que tenían “pocas agallas”. Y todo en una carrera que forma docentes.

Se supone que pasar ese duro momento lo hará parte, lo mostrara como alguien útil para el grupo porque ya sabe pasar pruebas difíciles. Mentira, es la manera de mostrarle quién manda. Y de la manera más violenta posible “porque viejo, a mí también me lo hicieron”.

En el trabajo se llama “derecho de piso”. Y es la forma elegante de encubrir un abuso: “El nuevo hará todo, mientras yo me rasco”.

Lo curioso no es que haya un violento en cualquier grupo. Lo curioso es que los demás nos transformemos en violentos pasivos.