“Una sociedad resignada no se transforma”

Redacción de La Nueva.

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En Otro mundo. Ideas para involucrarte y construirlo, el abogado Manuel Lozano, creador de la Fundación Sí, que ayuda a las personas en situación de calle, relata experiencias de vida de labor en ese medio, testimonios de personas que pudieron salir adelante gracias a la ayuda de cientos de voluntarios que a lo largo de todo el país dan una mano a los más necesitados.

Ser solidario, ayudar y no abandonar ante la adversidad son algunas de las palabras que definen a Lozano o “Manu”, como lo conocen en su fundación y en la calle, donde se mueve con soltura entre miles de necesitados.

Este joven de mirada profunda y abultada cabellera con rastas que enmarca su cara delgada nació en Chascomús en 1984. Su primer recuerdo de tender una mano se remonta a los 8 años, cuando vio a un amigo descalzo; enseguida Manuel organizó una colecta y le compró unas zapatillas, pero ese nene no las necesitaba, andaba descalzo porque tenía el pie herido.

La ONG que comanda la creó con un grupo de amigos y poco a poco se fueron sumando voluntarios de todo el país y conformaron una red con programas propios.

Con prólogo de Andy Kusnetzoff, Facundo Arana y Cris Morena, el libro editado por Sudamericana habla de situaciones que cualquier mortal puede encontrarse a lo largo del día, desde gente durmiendo en la calle, familias enteras “cartoneando” y casos extremos de ancianos perdidos que encuentran algún rincón de la ciudad pasar sus días sin reconocer a nadie.

Una de las experiencias más conmovedoras fue la historia de Daniel, “que dormía en la calle y que cada vez que veía a los voluntarios le agradecía lo que le llevaban y se lamentaba por no tener nada que convidar. Una noche esperó a los voluntarios en la esquina de siempre con una sonrisa de oreja a oreja. Había juntado un poco de dinero y compró alfajores para todos. Por fin tenía algo que compartir".

-¿Qué te llevó a emprender el camino de la solidaridad?

-Las ganas de un mundo mejor. Ante las injusticias, uno tiene dos opciones: quedarse inmóvil en la queja o involucrarse para modificarlo. Por suerte cada vez somos más los que decidimos accionar. Estoy completamente convencido de que somos responsables por la realidad en que vivimos.

-¿Qué mensaje o enseñanza quisiste dejar en tu libro?

-¡Uy, qué difícil resumirlo! Cada historia fue elegida por algo. Escribí para luchar contra la resignación. Busqué, mediante historias reales con las que nos fuimos cruzamos, demostrar la enorme capacidad transformadora que tiene cada ser humano.

-¿Cuál de todos los casos que narrás te conmovió mas?

-Todas las historias me conmovieron. Busqué compilar aquellas que por su transcurrir o su final pudieran demostrarnos que otra realidad es posible.

-¿Cuál es el mayor problema con el que te encontrás para poder ayudar a los que necesitan?

-Sin duda uno de los mayores problemas es la droga. Pero también lo es la resignación. Una sociedad resignada es una sociedad que no se transforma. Por eso la importancia de volver a creer.