Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Glaucoma: más de 2 millones de argentinos lo padecen

Entre los que sí están diagnosticados, se calcula que el 50% abandona o no cumple debidamente con el tratamiento.
Glaucoma: más de 2 millones de argentinos lo padecen. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

Se estima que más de 2 millones de argentinos tienen glaucoma, una enfermedad oftalmológica que va produciendo la pérdida paulatina de la visión, pudiendo incluso llegar a causar ceguera. Pero como suele no dar síntomas hasta un estadio muy avanzado, habitualmente una de cada dos personas desconoce que padece la afección.

En opinión del doctor Daniel Grigera, médico oftalmólogo, presidente de la Asociación Argentina de Glaucoma, “si bien representa a un conjunto de enfermedades, mayoritariamente cuando hablamos de glaucoma nos referimos al glaucoma a ángulo abierto, que es el más frecuente en nuestro medio. Y el problema es que es absolutamente asintomático: la persona no tiene ningún síntoma que lo alerte. Lamentablemente, cuando aparecen los síntomas suele ser tarde y ya se ha perdido una porción importante de la visión en uno o en ambos ojos”.

La ausencia de síntomas también atenta contra la adherencia de los pacientes al tratamiento: “Aquellos con diagnóstico de glaucoma se sienten bien, no les duele, no notan alteraciones en su visión, y se tienen que poner gotas varias veces por día durante toda la vida; todo esto hace que aproximadamente el 50 por ciento abandone o no presente un buen cumplimiento de la terapia”, insistió.

Extrapolando estadísticas internacionales pero que son comunes a distintos países y culturas, y tomando los valores habituales de cumplimiento, se podría afirmar, siempre en forma estimativa, que la mitad de los argentinos que padece glaucoma tiene diagnóstico y de ellos, apenas 1 de cada 2 cumple debidamente con su tratamiento; en definitiva, solo un 25 por ciento de los pacientes estarían bien controlados.

Si bien el glaucoma puede presentarse a cualquier edad, tienen mayor riesgo de padecerlo aquellos con parientes directos (padres o hermanos) con glaucoma, los que presentan córneas finas (ya que por subestimarlas esconden la presión intraocular -PIO- elevada) o una enfermedad ocular denominada ‘pseudo exfoliación’, los que sufren de miopía, diabetes o presión intraocular elevada, y los mayores de 60 años, entre otros.

En la persona con glaucoma, el sistema de drenaje interno que permite que el líquido que baña la parte anterior del ojo --denominado humor acuoso-- se dirija al torrente sanguíneo, se ve obstruido parcial o totalmente y esto produce una acumulación de humor acuoso, causando aumento de presión dentro del globo ocular, condición que va dañando el nervio óptico y produciendo deterioro estructural y funcional, con una pérdida paulatina de la visión.

Pero los especialistas se encargan de recalcar que con exámenes oftalmológicos periódicos, el glaucoma es sencillo de detectar y existen tratamientos muy seguros y eficaces que si bien no curan la enfermedad, logran detener su avance.

“Si el glaucoma se detecta a tiempo rara vez causa ceguera”, consignó Grigera.

Entre los tratamientos disponibles, la mayoría de los pacientes reciben gotas oftalmológicas para reducir la PIO, algunas de las cuales trabajan disminuyendo la producción del humor acuoso y otras mejorando el flujo a través del ángulo de drenaje o de una vía alternativa llamada uveoscleral; como segunda línea está la cirugía. Cada paciente y cada estadio de su enfermedad serán los indicadores sobre los que el oftalmólogo decidirá qué tipo de terapia es la adecuada en cada situación. Existe consenso en la comunidad oftalmológica en recomendar incluir al control del glaucoma en los exámenes oculares a todas las edades, y luego un chequeo aproximadamente a los 40 años, con un control posterior cada 2 a 4 años. Mientras que en aquellos pacientes con factores de riesgo no rigen estos límites y la frecuencia de los controles es mayor. “Una oportunidad que no debe desaprovecharse para concurrir al oftalmólogo y pedirle que le mida la presión intraocular es al momento de inicio de la presbicia, que suele producirse a partir de los 40 años”, sugirió el especialista, médico consultor de glaucoma del Hospital de Oftalmología San Lucía.