Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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El VIH tiene un nuevo riesgo para su contagio

Se trata del uso y del abuso, sin receta médica, de los analgésicos opiácicos. En Estados Unidos ya preocupa.
Foto: Archivo-La Nueva.

La inesperada muerte del célebre músico norteamericano Prince llamó la atención sobre un problema de salud pública de creciente gravedad.

Se trata del uso sin receta y en el abuso de los analgésicos opiáceos.

Sin embargo, autoridades de salud pública de los Estados Unidos están advirtiendo sobre una amenaza asociada a este problema, que es el riesgo de contagio del VIH a raíz de compartir las jeringas que se utilizan para la administración endovenosa de estos medicamentos.

El llamado de atención surge de un reporte de un brote de VIH que ocurrió en un área rural, más precisamente en la comunidad de Scott, en el sureño estado de Indiana.

Allí, las autoridades de salud pública reportaron que 181 personas contrajeron la infección por VIH entre noviembre de 2014 y noviembre de 2015, como resultado de haber pulverizado y cocido la forma de liberación prolongada de la pastilla analgésica opiácea oximorfona, para poder inyectarla, en vez de consumirla por vía oral.

Como la forma inyectable resultaba demasiado potente, relata el informe publicado por la prestigiosa revista "The New England Journal of Medicine", la conducta "natural" fue compartir el medicamento .

Y como se trataba de un área rural de bajos recursos, con un restringido acceso a elementos como jeringas, la consiguiente acción fue compartir las jeringas usadas.

"Esta comunidad en particular es rural y también muy pobre y, en realidad, no había acceso a jeringas limpias", explicó el doctor Philip Peters, funcionario de la División de Prevención del VIH/Sida de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos.

"Si una persona comenzaba a inyectarse drogas, no tenía muchas opciones, excepto compartir jeringas. Probablemente, ese sea un factor que ha provocado una transmisión tan rápida del VIH", agregó el doctor Peters.

Además, como señaló Emily Feinstein, directora de derecho y políticas de salud del Centro Nacional sobre la Adicción y el Abuso de sustancias de los Estados Unidos, pasar a una mezcla inyectable es una "progresión natural del uso" en las personas adictas a los opiáceos.

"La inyección, por lo general, ocurre después de que una persona ha estado consumiendo un suficiente tiempo y su tolerancia ha aumentado. Tienen que cambiar el método de administrar el medicamento para obtener una dosis más alta e intoxicarse más", explicó.

El resultado sobre el que llama la atención el informe de Peters es que este ha sido el mayor brote de VIH que ha ocurrido en los Estsdos Unidos desde la introducción del tratamiento contra el VIH.

Y ocurrió en una comunidad pobre y rural.

"No hemos visto brotes de VIH en esos tipos de comunidades antes", señala el informe.

De todas formas, un estudio previo de los CDC mostró que los usuarios rurales de drogas son más propensos a cocer los opiáceos recetados e inyectárselos que los habitantes de las ciudades.

En efecto, alrededor del 25 por ciento de los usuarios rurales de drogas se inyectaron analgésicos recetados, en comparación con un 13 por ciento de los usuarios suburbanos y un 15 por ciento de los usuarios urbanos.

"Este brote fue grande e inesperado y se produjo en una comunidad rural en particular, pero hay muchas comunidades en riesgo de un problema similar", advirtió el doctor Peters.

"Debemos ser proactivos para asegurar que no suceda", resumió.

En Estados Unidos la adicción a los opiáceos ha alcanzado un nivel epidémico, según los CDC, que advierten que el abuso de estos medicamentos es hoy la causa principal de muerte accidental por sobredosis, causando unas 19 mil muertes por año.

En la Argentina no hay muchos datos al respecto.

Estadísticas de hace varios años atrás mostraban que el 4,3 por ciento de los argentinos de 16 a 64 años, hace uso sin prescripción de medicamentos psicotrópicos.