Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

El cáncer tiene un escollo si hacemos actividad física

La práctica regular de caminatas o deportes minimiza las probabilidades de contraer estas patologías, según un estudio realizado en Estados Unidos. David Roldán / droldan@lanueva.com

Un reciente estudio mostró, luego de evaluar a 21,4 millones de personas, que se puede reducir el riesgo de contraer 13 formas de cáncer mediante la práctica de actividad física de manera regular.

Asimismo, dentro de la lista se cuentan tres de las afecciones oncológicas más frecuentes: el cáncer de mama, el de colon y el de pulmón, de los cuales, según estadísticas locales, se diagnostican en la Argentina unos 19.300, 13.500 y 11.200 casos al año, respectivamente.

"Esos son res de los cuatro tipos más importantes de cáncer en la actualidad", comentó la doctora Marilie Gammon, profesora de epidemiología de la Facultad de Salud Pública Gillings de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, autora del estudio cuyas conclusiones acaba de publicar la prestigiosa revista "Jama Medicine".

Gammon y sus colegas basaron su trabajo de investigación en doce trabajos previos realizados en los Estados Unidos y en Europa para crear una base de datos de 1,4 millones de adultos de entre 19 y 98 años de edad, sobre la cual indagaron si la actividad física tenía algún impacto sobre el riesgo de unos 26 tipos de cáncer.

El resultado fue que el riesgo de la mitad de las afecciones oncológicas evaluadas sí se reduce con la práctica de actividad física.

Además de los tres mencionados al comienzo, también se observó una asociación positiva (en el sentido de reducción de riesgo), con la leucemia, el mieloma y los cánceres de esófago, hígado, riñón, estómago, endometrio, recto, vejiga y cabeza y cuello.

En algunos casos la reducción del riesgo consignada fue muy elevada: un 42 por ciento para el cáncer de esófago, 26 por ciento para pulmón, 16 por ciento para colon y 10 por ciento en mama.

En el resto la reducción fue del 7 por ciento en promedio.

Ahora bien, más allá de la regularidad, ¿qué formas de actividad física contempló el estudio?

Los autores del estudio respondieron a esta pregunta con la definición empleada en su investigación, que es la de la Oficina Norteamericana de Prevención de la Enfermedad y Promoción de la Salud y que establece que el ejercicio de intensidad moderada consiste en actividades como caminar a paso vivo o jugar al tenis, mientras que el ejercicio de intensidad vigorosa conlleva actividades que pongan al corazón a latir, como correr o nadar largas distancias.

A los fines de su trabajo en investigación, la doctora Gillings y sus colegas se concentraron en la actividad física realizada fuera del trabajo o de las tareas del hogar.

"Se trata de actividad física voluntaria generalmente realizada para mejorar la salud", aclaró la investigadora.

Sin embargo, es importante destacar que todo movimiento, siempre y cuando sea realizado en forma regular, aporta beneficios en términos de prevención del cáncer y de enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo se explica el vínculo entre actividad física y menor riesgo oncológico?.

"La actividad física reduce los niveles de hormonas como el estrógeno, que se han vinculado con distintos tipos de cáncer", explicó la doctora.

Acotó que las personas que hacen ejercicio también tienden a tener unos niveles más bajos de inflamación.

Así, las células también sufren menos estrés.