Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los niños y un ronquido que debe ser escuchado

Uno de cada diez niños que roncan presenta apnea obstructiva del sueño, que, de persistir en el tiempo, podría acarrear secuelas graves como hiperactividad o retraso en el lenguaje. Agencia NA
Todo niño que ronca debe ser visto por su pediatra y, de ser necesario, evaluarse un tratamiento multidisciplinario.

Los ronquidos son algo muy molesto y la causa de desvelo de muchos y aunque se suele vincular con una afección de personas adultas, existen algunos niños que también roncan y los especialistas recomiendan prestar especial atención a esta situación.

Las horas de sueño que necesitan los niños difieren según su edad y van desde 14 a 15 horas en el primer año de vida y desde 10 a 11 horas entre los 5 y 12 años (incluyendo la siesta).

Enrique Mansilla, miembro de la Red de Pediatras "Niños sanos, niños felices", explicó que "aproximadamente el 10% de los niños son propensos a los ronquidos crónicos".

Mansilla comentó que la causa más frecuente "es el agrandamiento excesivo de las amígdalas y adenoides pero existen otras de menor frecuencia como por ejemplo las malformaciones craneofaciales (mandíbula pequeña, paladar estrecho) y la obesidad infantil".

Además, el pediatra agregó que se estima que "uno de cada diez niños que roncan, presenta apnea del sueño caracterizada por la ausencia de respiración durante un lapso determinado en lo que el niño deja de roncar aunque sigue haciendo movimientos respiratorios fallidos".

"Esto ocurre ya que el aire no entra a la vía respiratoria en un tiempo mínimo equivalente a tres o más respiraciones de la frecuencia normal, y que termina con un ruido o ronquido fuerte con lo que se reanuda la respiración", manifestó.

Si el Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAHOS) permanece en el tiempo se podrían producir una serie de secuelas o complicaciones que están absolutamente demostradas. Por ejemplo:

- Cada vez que el niño deja de respirar, baja la concentración de oxigeno siendo esto muy importante ya que altera el desarrollo neuronal.

El SAHOS produce disminución de la secreción nocturna de hormona de crecimiento lo que lleva a la falta de desarrollo de estatura.

Además, por la dificultad respiratoria, esta alterado el olfato y el gusto lo que provoca una disminución del apetito y consecuentemente del peso corporal

-Agresividad, hiperactividad, falta de concentración, retraso del lenguaje y rendimiento escolar.

-Catarros, otitis y neumopatías recurrentes con insuficiencia respiratoria.

-Trastornos cardiovasculares como alteraciones del ritmo cardiaco y aumento de la frecuencia de los latidos con posterior alteración del tamaño y la función cardiaca.

"Es por ello que todo niño que ronca y sobre todo en los que se puede sospechar un SAHOS, debe ser visto por su pediatra y en caso de ser necesario, deberá evaluarse un tratamiento multidisciplinario que incluya consultas con el otorrinolaringólogo, alergista, neumonólogo, fonoaudiólogo y odontopediatra.

De esta manera se podrá llegar a un correcto diagnóstico y tratamiento de este problema que puede parecer banal, pero que tiene una implicancia importante en el desarrollo del niño", concluyó.