Adiós al escritor y arquitecto Patricio Randle

Redacción de La Nueva.

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Tras una larga y fecunda existencia nos ha dejado don Patricio Randle, lúcido pensador católico atento siempre a la vida patria. Como el fárrago del olvido envuelve vida y obra de nuestros mejores hombres, ensayamos aquí un humilde homenaje a un maestro de generaciones argentinas.

Geógrafo, urbanista, ensayista, profesor e investigador universitario, fue ante todo un maestro auténtico que enseñó desde el pozo de la sapiencia y no desde el charco diletante.

Arquitecto recibido en la Universidad de Buenos Aires en 1950, profundizó sus estudios en España, Francia e Inglaterra. En París y Londres fue consultor de la Unesco; y en la Universidad de Londres, profesor visitante por tres años. Investigó durante décadas en el Conicet y fue miembro distinguido de la Academia Nacional de Geografía, de la Academia del Plata y de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. También presidió durante un tiempo la Corporación de Científicos Católicos.

Pero una de sus grandes obras fue la creación de la Asociación Oikos, destinada al estudio del territorio y la cultura argentinos. En las numerosas obras publicadas por Oikos se desplegaron las más notables firmas argentinas que trataron con científica seriedad cuestiones geográficas, ambientales, educacionales, históricas, filosóficas y también religiosas.

La obra toda de Randle representó un aporte original al pensamiento católico argentino. Sus contribuciones primeras al urbanismo y la geografía humana se profundizaron en sus reflexiones filosóficas acerca de la ciudad y todo lo atinente a ella. Esas meditaciones sobre la urbe, que excedieron el marco de lo urbanístico, tuvieron un ánimo restaurador, de retorno a los principios ordenadores de la convivencia.

Cultivó el periodismo, como columnista del diario La Prensa durante dos décadas, además de colaborador en muchos otros medios gráficos. Fue también asiduo corresponsal de "La Nueva Provincia" y varias de sus notas en el periódico bahiense fueron compiladas en un libro sobre la Gesta de Malvinas titulado La guerra inconclusa, obra editada apenas finalizado el conflicto y en la que atisbó premonitoriamente lo que más tarde se llamó desmalvinización.

Recordamos algunos de sus libros: Geografía histórica y planeamiento (1966); ¿Hacia una nueva Universidad? (1968); La Universidad en ruinas (1974); Teoría de la ciudad y del urbanismo (1984); Educación para tiempos difíciles (1984); Geografía histórica de la Argentina (1987); Historia del urbanismo: la ciudad antigua (1994): Soberanía global: adonde lleva el mundialismo (1999).

Uno de sus últimos y significativos aportes fue un singular diccionario filosófico de antinomias y distinciones, destinado a brindar claridad allí donde reina la confusión semántica del lenguaje actual.

Con la partida de Patricio Randle se abrevia aún más la pléyade de los pensadores argentinos en los que prima la consigna lugoniana: ojos mejores para ver la Patria.