Amores ¿eran los de antes?
Mi mamá me dice casi siempre que extraña a mi papá. Y se le caen unas lágrimas.
Fueron casi 50 años juntos. No sé muy bien qué decirle. Le cambio de tema y seguimos.
La dejo. Me voy pensando. Tengo una ventaja: ya no voy a convivir 50 años con nadie. ¿Tengo una ventaja?
Mientras el reloj se va acercando a la hora en la que hará su insoportable sonido, sigo pensando.
¿Son mejores estos amores de antes o los de ahora?
La generación anterior a la mía terminaba su matrimonio como manda la Iglesia Católica: “Hasta que la muerte los separe”.
Hoy es hasta “que la infidelidad nos separe”, “hasta que el hartazgo nos separe”, “hasta que la economía nos separe”.
Y aunque nos suene más romántico y más políticamente correcto, no estoy seguro de que “tiempos pasados siempre son mejores”.
¿Verdaderamente eran felices o estaban acostumbrados? ¿La tristeza es por la persona que no está o por estar solos? Los amores cortos de hoy, ¿no son más intensos? ¿no son más sinceros?
El reloj llegó a la hora que tenía que llegar. Las respuestas, no.