Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Hablar dos idiomas protege del deterioro cerebral

Los bilingües también se adaptan mejor a los cambios y procesan información de manera más eficiente.
Ser bilingüe supone una ventaja para la capacidad cognitiva del cerebro, dijo una experta en Neurociencias.

Ser bilingüe supone una ventaja para la capacidad cognitiva del cerebro, la misma que juega a favor de quienes buscan ejercitarlo para mejorar importantes actividades como la memoria y la atención, dijo la experta en Neurociencias, Itzel Orduña.

"Aunque la evidencia en el estudio de las diferencias entre los cerebros bilingües y monolingües es aún limitada, se demostró que los primeros tienen mayor activación en el giro inferior frontal izquierdo lo que se involucra en el procesamiento del lenguaje, y que, a diferencia de los monolingües, usan esta misma área cerebral para otras actividades que requieren habilidades de flexibilidad cognitiva", dijo Orduña.

Las personas bilingües constantemente practican la flexibilidad cognitiva al decidir cuál lengua hablar y cuál suprimir, habilidades que también aplican a la capacidad para adaptarse a cambios de manera fácil y procesar información de un modo eficiente y adaptativo.

Agregó que ser bilingüe proporciona ciertas ventajas cognitivas, particularmente en relación a la "función ejecutiva", que se refiere a un conjunto de habilidades cognitivas que permiten organizar y planear la conducta.

"Se cree que estas habilidades, que incluyen procesos como la atención selectiva, la memoria de trabajo, y la capacidad de inhibir y seleccionar información y nuestras acciones, permiten una mayor flexibilidad cognitiva, que involucra la capacidad para adaptarse a cambios y procesar información de manera eficiente y adaptativa".

Además, destacó la especialista, estudios demuestran que el bilingüismo protege contra el deterioro cerebral que ocurre naturalmente con la edad.

Lo positivo, destacó la especialistas, es que las habilidades cognitivas ciertamente cambian y mejoran a lo largo de la vida.

"Entre más se practican tareas o actividades que requieren ciertas actividades cognitivas como la atención o la velocidad de procesamiento, más se ejercitan o refuerzan las áreas del cerebro o los circuitos neuronales de los que dependen estas habilidades".