Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los divinos tesoros de la juventud y la solidaridad

Bajo el nombre de Eliseo Casanova, el Club Argentino de Servicio extiende su misión en Bahía Blanca. Las escuelas de frontera convocan a los organismos de todo el país.
Chicos de Bahía y una amplia región unidos por la participación y el compromiso.

Por Ricardo Aure / haure@lanueva.com

Grandeza espiritual y verdadera vocación de servicio son los requisitos que pide el Club Argentino de Servicio (CAS), una idea que nació en 1982 durante la Guerra de Malvinas, y que desde hace dos años también se proyecta en Bahía Blanca, impulsada por 30 jóvenes convencidos de que el mundo puede ser cada día mejor.

En tiempos donde los ideales recuperan su valor, los integrantes de esta organización no gubernamental consideran que la grandeza del país no será posible con mezquindades y que el futuro, que se construye desde el presente, tendrá otras perspectivas con hombres y mujeres inspirados en el amor y en sus convicciones.

"CAS es un movimiento grande y puro”, afirma uno de sus postulados.

La misión, que en nuestra ciudad lleva el nombre de Eliseo Casanova, recuerda la tarea del reconocido maestro que presidió el Consejo Escolar, que llegó en 1883 para quedarse por 31 años, y que falleció en 1914.

Los inicios de la entidad se remontan a 2013. Por entonces, algunos componentes del CAS Fortín Machado, de Tres Arroyos, se radicaron en Bahía Blanca por distintos motivos y decidieron seguir sumando esfuerzos para la comunidad. Merenderos y hogares de ancianos fueron los primeros en asisstir.

La tarea se nutre de la colaboración de socios activos y adherentes, quienes pagan una cuota mensual y participan en colectas y diversas actividades que permiten reunir fondos

En los últimos tiempos donaciones de alimentos, juguetes, ropas, productos de limpieza y juegos didácticos han sidos destinados a la Agrupación Movimiento por los Niños, la Escuela Especial N°505, Crecer por la Vida, Grupo Aclaró, Centro de Atención Temprana y unidades sanitarias.

También se han organizado festejos por el Día del Niño, jornadas de pintura y acondicionamiento en la sala de espera del Centro de Atención Temprana, tardes de juegos, música y tejido con las abuelas del Hogar de Ancianos Adelino Gutiérrez.

La venta de las Banderas Solidarias, trabajo en conjunto con el Centro de Formación Laboral N°1, fortaleció las labores de ambas instituciones y también posibilitó becas para chicos de escuelas de frontera.

Más hombres y mujeres sin distinción de credos o ideas políticas trabajan en amistad y en equipo en las comunidades de distintos puntos del país.

El gran proyecto de quienes integran la Asociación de Clubes Argentinos de Servicio es continuar levantando escuelas de frontera con la premisa de que no quede un solo argentino sin asistir a clase aunque habite el lugar más inhóspito. Ya suman 16 las escuelas (unos 6.000 metros cuadrados construidos) que reciben a 2.500 alumnos y 150 docentes y auxiliares.

Mientras unos creen que sólo sirve el tener, otros sienten el valor de servir.