Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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“El clero es homosexual y no lo acepta”, dijo un cura

La declaración -hecha un día antes del Sínodo para la Familia- pertenece al monseñor polaco Krysztof Olaf Charamsa, quien manifestó que es gay y fue suspendido por el Vaticano. Agencias EFE y AFP-NA

El monseñor polaco Krysztof Olaf Charamsa dijo que es homosexual y lanzó: “El Clero es ampliamente homosexual y también, por desgracia, homófobo hasta la paranoia, porque está paralizado por la falta de aceptación hacia su propia orientación sexual".

La declaración -hecha un día antes del Sínodo para la Familia- escandalizó al Vaticano, que decidió suspenderlo enseguida de sus funciones.

La actitud del cura, que primero hizo su anuncio a través de 2 periódicos, es "muy grave e irresponsable", afirmó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

"Evidentemente, no podrá seguir desempeñando sus funciones precedentes en la Congregación para la Doctrina de la Fe", añadió Lombardi en un comunicado.

Charasma agregó en la revista “Newsweek” que siempre se sintió homosexual pero que, al principio, no lo aceptaba y repetía lo que la Iglesia le imponía, "el principio según el cual la homosexualidad no existe".

El religioso polaco, de 43 años, era secretario de una comisión teológica internacional en el seno de la congregación de la Doctrina de la Fe, un organismo dependiente del Vaticano que se encarga de vigilar el respeto del dogma católico.

El anuncio sentó especialmente mal en la Santa Sede, ya que tuvo lugar un día antes del Sínodo para la Familia, en el que se abordará la cuestión de la homosexualidad.

"La elección de hacer una declaración tan impactante un día antes de la apertura del sínodo es muy grave e irresponsable, porque intenta someter a la asamblea sinodal (de los obispos) a una presión mediática que no tiene justificación", lamentó Lombardi.

El Vaticano precisó que los superiores jerárquicos de su diócesis deberán decidir si conserva su estatuto de cura.

El hombre que provocó todo ese revuelo apareció luego ante la prensa en un restaurante de Roma, con una actitud serena.

"Salgo del closet y estoy feliz", dijo Charamsa, sonriente, junto a su pareja.

"Quiero decirle a mi Iglesia que rechazo y denuncio la exasperante homofobia ambiental. Abre los ojos al sufrimiento de las personas homosexuales, a su deseo de amor", declaró, vestido con su sotana.

Su pareja, un catalán llamado Eduardo, lo abrazó después de estas declaraciones y dijo sentirse "orgulloso de él".

Charamsa, visiblemente conmovido, leyó luego un "manifiesto de liberación" en 10 puntos contra "la homofobia institucionalizada de la Iglesia" y anunció que está escribiendo un libro.

"Pido perdón por todos esos años en los que sufrí en silencio ante la paranoia, la homofobia, el odio y el rechazo a los homosexuales, que viví en el seno de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el corazón de la homofobia en la Iglesia", afirmó.

El cura aceptó, resignado, que probablemente no podrá seguir con su labor.

"Sé que tendré que renunciar a mi ministerio, aunque es toda mi vida", declaró al diario italiano “Corriere della Sera”.

"Sé que la Iglesia me verá como alguien que no supo cumplir con su deber (de castidad), que se extravió y, por si fuera poco, no con una mujer, ¡Sino con un hombre!", añadió en ese periódico.