Un freno para un serio riesgo que tienen los chicos
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Teniendo no solo gran frecuencia sino considerable gravedad, las cardiopatías congénitas constituyen el problema cardiológico más grande de la edad pediátrica.
Se estima que en la Argentina nacen más de 7 mil bebés por año con alguna cardiopatía congénita, de las cuales cerca de 7 de cada 10 requieren algún tipo de intervención.
La mitad de estos tratamientos es de alta complejidad. Sin embargo, desde hace 30 años se ha desarrollado el intervencionismo que es mínimamente invasivo.
De esta manera, la terapéutica de elección en la mayoría de los casos es el cateterismo. Se realizan procedimientos efectivos, seguros y de bajo riesgo, con un porcentaje promedio de éxito superior al 95 por ciento, según lo admiten en el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI). "
Generalmente, los defectos cardíacos son detectados durante el embarazo, cuando nace el bebé o durante sus primeros meses de vida.
De hecho, uno de cada dos de estos niños va a tener síntomas muy tempranamente y requerirá intervenciones antes de cumplir el primer año. "No obstante, algunos niños viven con una cardiopatía congénita muchos años antes de ser diagnosticado", comentó el doctor Alejandro Peirone, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista y miembro del CACI.
"Generalmente debido a una serie de causas sociales, muchas veces los padres suelen demorar la consulta con el especialista y eso contribuye a la demora en el diagnóstico que se presenta en un grupo importante de niños", advirtió el doctor Jesús Damsky Barbosa, cardioangiólogo intervencionista pediátrico, también miembro del CACI.
Entre 2012 y 2014 se realizaron en nuestro país un total de 4.846 procedimientos por cateterismo, entre diagnósticos y terapéuticos, de acuerdo con los registros del "Plan Nacer", del ministerio de Salud de la Nación.
Este programa permitió acercar las nuevas modalidades terapéuticas a los pacientes.
"Sin embargo, es posible que tengamos todavía un sub-registro debido a que no se reportan todos los cateterismos que se realizan en instituciones privadas", reveló el doctor José Luis Alonso, director del consejo de Pediatría del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas.
Según el doctor Damsky Barbosa, los procedimientos en niños pequeños dependen de la patología, edad y peso.
En función de esas variables se establece la estrategia que, generalmente, consiste en ingresar por la vena femoral con anestesia total.
El 70 por ciento son cateterismos terapéuticos, dirigidos a solucionar problemas o malformaciones específicas, mientras que el resto corresponden a procedimientos diagnósticos o aquellos post quirúrgicos en los que se requieren intervenciones de urgencia.
Pese a que el Plan Nacer y el Plan sumar permitieron acercar estos avances a muchísimos pacientes de todo el país, todavía existen listas de espera para los procedimientos.