Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El Papa llamó a la directora que fue desplazada

La docente fue separada del cargo tras la muerte de un nene a manos de su padrastro. “Este es un momento durísimo, pero lo acepto con humildad”, dijo. Agencia NA
La directora de la escuela, Elsa Vincova, y la docente Alejandra Bellini.

El papa Francisco llamó por teléfono a la directora de un jardín de infantes que fue desplazada por el ministerio de Educación porteño tras la muerte de un nene a manos de su padrastro el pasado 9 de junio en el barrio porteño de Flores.

Se trata de Elsa Vincova, quien junto a la maestra Alejandra Bellini, a cargo de la sala a la que iba Agustín Marrero en el jardín de infantes Nº 2, fueron separadas de su cargo.

Vincova le entregó semanas atrás al legislador porteño por Bien Común Gustavo Vera una carta para que le llevara a Francisco y llegó lo inesperado para esta mujer, quien por primera vez habló sobre la situación que le toca vivir.

“Este es un momento durísimo, pero lo acepto con humildad porque a veces cuando pasan cosas duras son para que venga un cambio, cosas mejores”, arrancó la directora en declaraciones al programa La Verdad Concreta, que conduce Vera por Radio Conexión Abierta.

Vincova reveló que al escuchar su voz sintió “una gran emoción” y sostuvo que el Sumo Pontífice se presentó “sólo como Francisco”.

“Fue algo increíble en mi vida y no me voy a olvidar nunca de esto. En la carta primero le conté lo que sucedió con Agustín, como fue su muerte, por qué el Ministerio había actuado en forma arbitraria y a lo que yo no le encontraba explicación”, indicó.

La docente explicó que “las familias comparten las entradas al jardín, los actos y otras actividades, y la mamá de Agustín también lo hacía”.

“Le cuento eso y le pedí una oración por Agustín, porque fue un dolor muy grande para las docentes, los padres y los chicos. Y le pedí que rezara para que vuelva la paz al jardín. Desde el día en que el nene falleció y después de todas las acciones que hubo que hacer por la gran injusticia que se dio con Alejandra y conmigo los chicos no estaban bien”, agregó.

En ese sentido, Vincova consideró que la separación del cargo de la maestra para los pequeños fue como “una doble pérdida, primero por la muerte de Agustín y después por la salida de la maestra, que era la que los estaba conteniendo en este momento de duelo.

“Francisco me dijo que leyó la carta, que estaba rezando por nosotras. Le agradecí muchísimo y le dije que no sabía lo que sucedía dentro de la casa del niño como para que todo termine así. Y él terminó diciéndome 'ahora usted rece por mí'”, relató la directora.

Por último, Vincova señaló que tras hablar con Jorge Bergoglio a ella le “quedó una lección grandísima de la humildad del Papa Francisco”.

“A mí eso que me pasó me hace pensar que tengo que dedicar más tiempo al servicio. Me dejó una enseñanza que me va a quedar para toda la vida", concluyó la exdirectora.

De tantos golpes su hígado había estallado

Agustín Marrero tenía 5 años y era nuevo en el jardín Nº 2 de Flores. En marzo, había empezado la sala naranja. En esos 3 meses desde el inicio, había asistido 28 días.

Llegó a Buenos Aires con su madre Bárbara González Bonorino y su hermana. Como eran de Villa Gesell, viajaban bastante, decían. En el colegio, se mostraban integrados. Él se veía alegre, ella, preocupada por lo que le pasaba a su hijo y explicaba que se caía mucho, por eso los 2 golpes con los que Agustín llegó un día al colegio.

Cuando el nene apareció sin los dos dientes delanteros, ella le dijo a la maestra, Alejandra Bellini, que se había caído en la bañera y presentó el certificado de un odontólogo.

“Nos encontramos con una familia como tantas que tenemos en el jardín; una familia que empezábamos a conocer. ¿Si uno se plantea que no podés creer en la madre, que es la primera persona que tiene que salir a defender a su hijo, en quién nos queda confiar?”.

Agustín murió el 9 de junio. La autopsia reveló que había varios traumatismos, tantos que su hígado había estallado.

Leandro Osvaldo Sarli, fue detenido luego de que la hermana de Agustín contara que lo vio pegarle. El 14 de julio, la jueza de instrucción Silvia Ramond procesó a Sarli por homicidio agravado por alevosía y a la madre por omisión de cuidado por no haber evitado la muerte del hijo.