Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Tranquilidad y dulces para llegar a los 122

La vietnamita Nguyen Thi Tru es la más longeva del mundo. Vive con su nuera, que dice: “Nunca estuvo en un hospital. Siempre comió las verduras, el arroz, las frutas, la carne y el pescado de nuestra granja”. Agencia EFE

La tranquilidad del hogar, los cultivos propios y los dulces de palmera son los secretos de la vietnamita Nguyen Thi Tru, que a sus 122 años es la más longeva del mundo, según la Asociación Mundial de los Récords.

Postrada en una hamaca de su casa en un suburbio rural de Ho Chi Minh (antigua Saigón), la anciana -que nació el 5 de mayo de 1893- sonríe a los visitantes.

Es su nuera más joven, Nguyen Thi Ba, de 76 años, quien se ocupa de ella y duerme a su lado por la noche.

Ambas descansan sobre sendas camas sin colchón, en una choza con techo de lona que habilitaron en la parte trasera de la casa familiar.

La tranquilidad de esta familia se vio alterada de manera repentina el pasado 15 de abril, cuando la Asociación Mundial de los Récords la declaró la más anciana del mundo y comenzaron a llamar periodistas a su puerta.

La centenaria mira con ojos curiosos cómo su nuera va dando detalles de la existencia apacible que llevó a caballo entre tres siglos.

"Ella siempre se quedó en casa, ni siquiera iba al mercado, siempre comió las verduras, el arroz, las frutas, la carne y el pescado de nuestra granja. La familia tenía muchas tierras", dice.

Uno de los pocos vicios de esta mujer que nunca probó el alcohol son los dulces de azúcar de palmera y de banana, que todavía come de vez en cuando.

"Mi suegra nunca estuvo en un hospital. Ahora viene un médico a verla a veces porque tiene flemas y no sabe expulsarlas", comenta Ba.