Comic Con: el fenómeno global que sigue desbordando fronteras
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Por María Elena de las Carreras de Kuntz / Especial para La Nueva.
Del 8 al 12 de julio en San Diego, California, se desarrolló el Comic Con Internacional, convención anual de cultura popular entendida como un fenómeno global que desborda las fronteras norteamericanas. Primera convención de este tipo en el mundo desde 2007, más de 130.000 personas se aglomeraron durante 5 días, muchas disfrazadas como personajes de películas, televisión o historietas.
Sus orígenes en los años '70 fueron una reunión de aficionados y vendedores de historietas en el salón del Hotel Grant, en el Gaslamp District. En los '80 y '90, el San Diego Comic Con era una de las tantas convenciones organizadas localmente, como las de San Francisco y Nueva York, para la compra y venta de comics con paneles de expertos, escritores y dibujantes.
Desde principio del siglo XXI, la revolución digital y la aparición de redes sociales y nuevas formas de consumo electrónico cambiaron las reglas de juego sobre la difusión y promoción de la cultura popular en todas sus manifestaciones: cine, televisión, juegos electrónicos, historietas, novelas gráficas, y otros formatos narrativos.
Por su ubicación geográfica y época del año (verano), el San Diego Comic Con se convirtió en un instrumento novedoso y eficaz al servicio de la máquina publicitaria de la industria del cine y televisión norteamericana, hoy día también un fenómeno global. El caso de Iron Man, producido por Marvel, un conglomerado audiovisual que capitaliza los superhéroes de historietas, demostró que los fans brindan publicidad gratuita e instantánea.
En 2007, un año antes de su estreno, los 6.000 espectadores que asistieron al panel en el Hall H de la Convención, endosaron entusiastamente los minutos de películas mostrados, interactuaron con el arrollador Robert Downey Jr., y difundieron su aprobación por las redes sociales.
Los estudios perfeccionaron este nuevo modelo publicitario y de ahí en adelante promueven sus novedades en Comic Con, haciendo públicos incluso sus altibajos, con uno o dos años de anticipación. Un ejemplo revelador es el manejo que Marvel hizo de Ant-Man, un proyecto lanzado en 2006, que acaba de estrenarse con un ingreso bruto de casi 60 millones de dólares en tres días de exhibición en 4.000 pantallas. En sucesivos Comic Cons, con una estrategia cuidadosamente orquestada por Marvel, se ventilaron las vicisitudes de pre-producción y rodaje, incluyendo el cambio de director, Edgar Wright, adorado por los fans. En el Comic Con 2014, Marvel presentó el nuevo director, Peyton Reed, sacado al ruedo para cortejar al público, un mar de celulares y dedos listos para el combate digital.
El momento más memorables de esta edición fue para muchos el panel de La Guerra de las Galaxias, que congregó a los veteranos de la saga, Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher y a los integrantes del próximo estreno, Star Wars: The Force Awakens, el próximo diciembre. A 30 años de su estreno, 6.000 mil aficionados hicieron cola desde la mañana del día anterior, pernoctaron e ingresaron a las 10 al Hall H para un evento que recién comenzaba a las 18. Durante ese día participaron de los paneles anteriores -Game of Thrones, The Walking Dead, platos fuertes del Con- y desbordaron de entusiasmo cuando J.J. Abrams, que calza alborozado los zapatos de George Lucas, conversó con una docena de panelistas, incluidos la productora Kathleen Kennedy y el escritor Lawrence Kasdan, sobre las delicias y complejidades de recrear una galaxia de cuentos de hadas.
Nadie reveló nada de la trama de la película, so pena de violar cláusulas del contrato. (Cortesía de Flicks and the City, se puede ver el panel íntegro en YouTube, realmente entretenido).
La sorpresa organizada por Lucasfilm (y los miles de donuts que Abrams hizo repartir a los fans en la cola) compensó con creces la larga espera: un concierto al aire libre y fuegos artificiales en el embarcadero, cercano a la Convención, donde una orquesta sinfónica tocó la música original compuesta por John Williams. Los aficionados caminaban mientras blandían alborotados los típicos sables luminosos, cortesía de Lucasfilm (un buen número ya han aparecido en venta en Ebay).
Muchos --niños y adolescentes en los '80-- lloraban literalmente de emoción reviviendo su infancia.