Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cuando la restricción se transforma solo en papel

Los femicidos ocurridos en los últimos días en distintos puntos del país abrieron la polémica por el control de las medidas de protección.
A veces, los hombres se creen dueños de las mujeres.

Agencia NA

Los femicidios ocurridos en los últimos días ponen al descubierto las dificultades para controlar y hacer cumplir las medidas de protección para las víctimas denunciaron expertos en la temática.

En la cartera de Belén Morán, la joven asesinada el miércoles de 12 cuchilladas por su expareja en Pilar, fue encontrada la última orden de restricción perimetral contra el femicida, una medida judicial que obligaba al sujeto a no acercarse a menos de 500 metros.

La situación, a la que en las última horas se sumó otro hecho similar en San Luis, es paradigmática de una alarmante problemática con fallas en el sistema de protección de víctimas de violencia de género, y se calcula que 7 de cada 10 agresores no respetan los "cercos perimetrales".

Así lo reveló el abogado Julio Torrada, del Instituto Wanda Taddei, manifestando que "lo ocurrido en Pilar y San Luis, tan sólo teniendo en cuenta estos dos últimos hechos, nos enfrenta a una pasmosa realidad con hombres violentos que se creen dueños de las vidas de miles de mujeres operando con absoluta impunidad, derivación directa de un sistema que no las está cuidando y las continúa victimizando aún cuando cumplen con todos los protocolos".

La mañana del miércoles, Belén salió de la casa de su madre y fue atacada por Alberto Sebastián Moreno, a golpes primero y luego con puñaladas.

El peor de los puntazos fue en el cuello, con una profundidad de 12 centímetros. Murió al instante, mientras el agresor huyó, y está prófugo.

Belén había logrado salir del círculo de violencia, pidió ayuda y cumplió con todos los protocolos, sin embargo, el femicida la esperó, la emboscó y la mató.

"Todos los días tenemos casos de agresores que no respetan las órdenes perimetrales, con mujeres que sufrenviolencia psicológica, mediante insultos y amenazas, violencia física con golpes, o en casos extremos con intentos de femicidios, muchos que llegan a concretarse", señaló Torrada.

Cómo frenar el impulso

"Los recursos del Estado para evitar femicidios deben volcarse a contener a los violentos que son potenciales femicidas. Tenemos que discutir cómo podemos frenar el impulso violento", explicó.