Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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“Se quedó duro, con la mirada perdida, fue desesperante”, dijo padre asistido a distancia

Pablo Mengarelli, padre del bebé de 19 días que fue salvado de un ahogo mediante la guía de una mujer policía que atendió la llamada al 911, relató ayer en Bariloche que su hijo “estaba tomando la teta y de repente se quedó duro, con la mirada perdida, fue un momento desesperante”.

Mengarelli estaba con su esposa Mariela en su casa del centro de Bariloche y llamó al 911 --que tiene la central en Viedma-- pidiendo una ambulancia mientras su esposa Mariela trataba de reanimar a su bebé Joaquín. Fue atendido por la cabo de la policía rionegrina Nancy Melillán, quien lo orientó para hacerlo reaccionar, en tanto le enviaba auxilio médico.

“Nos angustiamos mucho, fue un momento de mucha tensión. Mi mujer le daba palmadas en la espalda pero no podía hacerlo reaccionar. Mientras yo llamaba al 911, mi hijo empezó a ponerse morado. Gracias a Dios atendió Nancy y nos guió hasta que volvió a respirar”, relató.

Indicó que la voz de la policía lo fue calmando y dándole instrucciones de reanimación, que él transmitía a su esposa, hasta que por fin el bebé lloró y volvió a respirar.

“Nosotros seguíamos desesperados, pero Nancy nos dijo que ya estaba a salvo, y que igual llegaría enseguida una ambulancia con un médico”, agregó.

“Me pidió todos los datos particulares y apenas colgué ya estaban llamando en mi casa, la ambulancia llegó muy rápido, en tres o cuatro minutos, y la atención fue excelente”, destacó Mengarelli.

Dijo que recién después del episodio se enteró de que la operadora estaba en Viedma: “No lo podía creer, porque la ambulancia llegó enseguida. Salió todo bien, pero de todos modos sería bueno que hubiese una central en Bariloche”, afirmó.