“Hasta acá te ayudo”
Ya lleva varias vueltas por el negocio. Agarra el celular y lo llama a su amigo.
--¿Vos cómo hacés?
--Pará, capo, ¿cómo hacés qué?
--Estoy afuera de un negocio de lencería para comprarle algo y no me animo...
--¿Se puede agarrar o hay que pedir?
--Hay que pedir...
--Ah, es más complicado.
--...
--Pedilo en voz alta.
--Ni loco.
--Haceme caso. Es mejor. Si le hablás despacio a la empleada te va a decir que no te entiende y ahí te van a mirar todos y se lo vas a tener que decir igual.
--No, no...
--Tranquilo. Hacé así: “Holaaaa, ¿me mostrás algún conjunto en negro?”. Te va a preguntar el talle, ahí le decís “90”. Ese talle no falla sea como sea.
--Pero...
--Pará, te va a preguntar “¿con encaje?”... Y ahí la interrumpís con un “¿Y a vos qué te parece mejor?”...
--No, ¿estás loco? No. no.
--Pero dale, no pasa nada.
--Pará, ¿dónde estás?
--En el centro.
--Dame 10 minutos.
-El amigo entró y en un minuto salió con la bolsa de cartón llena.
--Tomá.
--¿Cómo hiciste?
--Como te dije.
--Se lo llevás...
--...
--Noooo, campeón, hasta acá te ayudo.