Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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La moderna Siem Riep aún guarda toda la gloria de la sagrada Angkor

Esta ciudad, en el corazón del reino de Camboya, fue elegida entre las cinco favoritas en la encuesta 2015 de Trip Advisor, portal líder de los viajes. Corina Canale / corinacanale@yahoo.com.ar
La moderna Siem Riep aún guarda toda la gloria de la sagrada Angkor. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

Antes de convertirse en un polo turístico internacional y en la ciudad más visitada del reino camboyano, Siem Riep era, en 1937, una pequeña y tranquila aldea cercana a las sagradas ruinas de Angkor, una comarca que actualmente recibe 2 millones de viajeros por año.

Ese año un grupo de inversores de Francia construyó en Siem Riep el "Gran Hotel des Ruines",

Especulaban que el turismo no tardaría en descubrir el valor de ese complejo arqueológico que el franciscano español Marcelo Ribadeneyra ya había mencionado en un libro de 1601 como “la gran ciudad oculta de Camboya”.

Y, apenas, tres años después, en otro libro, fray Gabriel Quiroga mencionó por primera vez a Angkor Wat, la ciudad de los templos.

Los religiosos, en el fervor de su prédica cristiana, se habían internado en la jungla, más allá del río Mekong, donde estaba la grandiosa ciudad atravesada por canales y puentes colgantes.

Sin saberlo, habían llegado al centro religioso y capital del antiguo imperio Jemer, una dinastía fundada en el siglo IX, que se extendió por 600 años.

Ribadeneyra atribuyó su construcción a Alejandro Magno y Quiroga a los judíos que iban hacia China.

Ninguno pensó en los camboyanos.

En aquellos tiempos los europeos no se interesaron en la ciudad oculta.

Esto fue así, hasta que, mucho después, los franceses construyeron el "Gran Hotel des Ruines", que fue el comienzo del desarrollo turístico de Angkor y Siem Riep.

Angkor permaneció oculta en la selva durante siglos.

Claro que en 1860, durante el protectorado de Francia, el naturalista galo Alexandre Henri Mouhout la redescubre.

Y allí es cuando escribe sobre la fabulosa riqueza arquitectónica de la gran ciudad que ocupaba 400 kilómetros cuadrados.

Poco después, en 1901, los franceses inician tareas de restauración y en 1907 llegan los primeros turistas.

Angkor Wat, dedicado al dios hindú Visnu, es, entre los cien templos del complejo, el principal y el único que apunta hacia el oeste, con cinco torres en perfecta simetría.

Cada una de ellas representan a las cinco colinas del monte Meru, casa de los dioses y centro del universo hindú.

Los dibujos de su bajorrelieve cuentan la historia de la mitología hindú.

Está considerado el mayor templo religioso del mundo.

Se construyó en 30 años y demandó la misma cantidad de piedras que la pirámide egipcia de Keops.

Ta Prom es el único templo no restaurado porque la naturaleza avanzó sobre él y las raíces de los árboles invadieron sus monumentos.

En el conjunto se destaca el templo Bayon, del siglo XII.

Está rodeado por un foso de 100 metros de profundidad y 12 kilómetros de largo, que protegió a una población cercana al millón de personas.

En los últimos diez años la economía de Camboya creció impulsada por la industria textil, la agricultura y el turismo, que fueron un motor que atrajo inversiones extranjeras, favorecieron el comercio.

De todas formas, la moderna Siem Riep aún vive bajo la gloria y el esplendor de la antigua Angkor, el tesoro pétreo que la selva ocultó durante siglos y siglos.