Sueño
Todos opinan. Todos tienen algo para decir. Él, nada.
--Tenés que mandarle un mensaje ya...
--No. Esperá unos días.
--Noooo. Ya. Decile de una que la querés ver.
--No. Vos también valés. No te la juegues tanto.
Él, nada. Los amigos iban y venían con sus consejos. Él ya estaba por la tercera cerveza.
Se fueron del bar. Él llegó a su casa un poco perdido. Escribió un mensaje en su teléfono celular. Sin querer apretó enviar. A los 2 minutos recibió: "Voy en media hora".
Apenas tuvo tiempo de ordenar su cuarto y darse una ducha rápida. Ella cumplió puntualmente. Cuando sonó el timbre, él todavía se estaba secando. Se cambió como pudo.
Ella entró.
--Disculpame, me estaba bañando... Ja. Me cambié a mil.
--¿Y para qué te vestiste tanto?
A las 2 horas, él estaba bastante cansado. Feliz, asustado, ilusionado, nostálgico, aburrido...
Ella hablaba bastante. Él, no.
Se iba haciendo la hora de dormir.
--Quedate -dijo él.
***
Ella iba a mil. Él, no. Ya era tarde.
--No la quiero lastimar -les dijo a sus amigos.
--No. Hacelo ya.
--¿Saben qué?
--...
--Ustedes se van a tener que hacer cargo algún día.
--Ya sos bastante grandecito. Y a veces es preferible levantarte y acompañarla hasta la puerta.
--Tenía mucho sueño.
--Y te dormiste... Unos cuantos años.