Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Una opción rica y saludable para llevar al colegio

Una vianda nutritiva y segura que incluya pollo en ella contribuye a una buena ingesta de los chicos cuando van a clase. Lic. María D. Rainieri / Nutricionista

El comienzo de las clases y la alimentación de los niños planteó desafíos a la creatividad de los padres. Nutrición, higiene, practicidad y sabor deben combinarse para que los niños reciban una ingesta saludable en la escuela.

Desde el 2000 nuestras Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan el consumo diario de carnes rojas y blancas, entre ellas la carne de pollo, en línea con las principales guías internacionales, como de España, EE.UU. y Canadá.

Incluir carne de pollo en la vianda escolar siempre enriquece las comidas.

Por un lado, favorece el crecimiento, ya que aporta proteínas de óptima calidad y, por el otro, favorece el crecimiento, ya que aporta proteínas de óptima calidad. Además colabora con el funcionamiento del cerebro y el rendimiento físico de los niños por su contenido de hierro.

Otro factor positivo es que ayuda a reforzar las defensas del organismo porque tiene zinc, selenio y cobre, en tanto el fósforo contribuye a la formación de huesos sanos y resistentes.

Con relación a las grasas del pollo, la mayor parte de ellas se eliminan fácilmente al retirar la piel antes de la cocción.

De las pocas que quedan en su carne, predominan las saludables (insaturadas), entre las que se encuentran algunas grasas esenciales, como el ácido linoléico, necesario para la formación de las células y la salud de la piel.

A su vez, aporta vitaminas del complejo B, que colaboran con el aprovechamiento de los nutrientes de los alimentos, la formación de la sangre y el funcionamiento del sistema nervioso.

Al igual que con cualquier otro alimento, es fundamental cuidar la higiene durante la preparación de la vianda.

Todos los ingredientes deben estar en buenas condiciones, siguiendo las pautas recomendadas durante la compra, almacenamiento, preparación y cocción.

En el caso del pollo, una correcta manipulación incluye:

* Comprarlo embolsado y conservarlo en heladera o freezer, respetando la fecha de vencimiento.

* Descongelarlo siempre en la heladera.

*Las porciones pequeñas pueden cocinarse directamente, sin descongelarse previamente.

* Asegurarse que quede completamente cocido, sin jugos ni partes rosadas.

* Una vez cocido, conservar en la heladera y consumirlo preferentemente dentro de las 24 horas.

* Al armar la vianda es esencial lavarse las manos con agua segura, jabón y, cuando se pueda, con un cepillo para uñas.

* Recordar a los niños que hagan lo mismo antes y después de comer y cada vez que sea necesario.

Además, los alimentos deben estar bien fríos al disponerlos en los recipientes aptos y ser transportados hasta la escuela en contenedores térmicos tipo "lunchera" con refrigerantes o botellitas de bebida congeladas adentro.