Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La moda del “último último día” se impone entre los adolescentes

Los estudiantes que cursan el último año del secundario tienen una nueva forma de festejar su egreso: una previa larga en la que los adolescentes se juntan a celebrar el fin de curso y van a clase sin dormir y alcoholizados.

Por Alejandra Fernández Guida / Agencia DyN

Los estudiantes que cursan el último año del secundario tienen una nueva forma de festejar su egreso: el "último último día" (UUD), una previa larga en la que los adolescentes se juntan a celebrar el fin de curso y van a clase sin dormir.

Como la ya instalada celebración del "último primer día" (UPD), la nueva fiesta se puso de moda inicialmente en los colegios secundarios de la provincia de Buenos Aires y luego emigró a otros distritos, con reuniones en salones, bares, clubes o casas particulares, que incluyen alcohol, cotillón y pirotecnia.

"Es el último día que tenemos para festejar, por eso nos juntamos todos y nos quedamos toda la noche cantando, tomando y bailando, y después nos juntamos los chicos de distintos colegios en una plaza y de ahí cada curso se va a su escuela", detalló Sol, de 17 años, que asiste a un instituto privado de la localidad de Adrogué.

La previa del UUD comienza la noche anterior al último día de clases, antes de la medianoche, cuando los jóvenes se juntan en un lugar para festejar con música y alcohol el fin de curso y estiran la celebración hasta que el reloj marca la hora de entrar a clases.

En algunos ciudades, la noche se corona con una gran juntada de estudiantes de sexto año de distintos colegios de la zona en la plaza central del barrio, donde siguen con los festejos hasta que, entre las 7 y las 8 de la mañana, cada grupo parte a su escuela. Alertados por las condiciones en las que muchos adolescentes llegan tras los largos festejos, los directivos de los colegios toman distintas medidas como llamar a los padres de los alumnos que no están aptos para asistir a la escuela, sancionarlos y hasta suspender las clases.

Florencia Fernández, de 19 años, quien tuvo su festejo del UUD en diciembre del año pasado, dijo que durante una de estas fiestas los directivos del colegio al que asistía, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, sancionaron a muchos alumnos que entraron alcoholizados a clase, por eso ahora decidieron convocar a sus padres para que los esperaran en la puerta de la escuela, una vez terminados los festejos.

Asimismo, sostuvo que las celebraciones por el "último último día" se estiran hasta después de finalizado el día de cursada con una concentración en la puerta de la escuela, donde habitualmente cortan las calles para continuar con los festejos, con un despliegue de cotillón que incluye disfraces, bombos, banderas y hasta pirotecnia.