Estar alerta y pedir ayuda
Síntomas para que los adultos puedan sospechar de un caso de abuso sexual, pero que deben ser corroborado con otros indicadores
Preescolares. Comportamientos hipersexualizados, trastornos de sueño, pesadillas, conductas regresivas en diuresis o encopresis, y retraimiento social.
Escolares. Cambios bruscos en el rendimiento, mentiras, fugas del hogar, delincuencia, cefaleas y dolores abdominales.
Adolescentes. Trastornos de alimentación, conductas autoagresivas, inhibición sexual o para formar pareja.
(*) En la identificación de estos casos puede intervenir la escuela, el hospital o el mismo vecino. Es preciso estar alerta y, ante cualquier sospecha o duda, pedir ayuda porque es preferible equivocarse a quedarse paralizado por el miedo.