Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Gracias a la gente, retomó la escuela un joven aborigen

Tiene 18 años y representó al país en la Feria de Ciencias de Colombia. Tuvo que abandonar por no tener zapatillas o ropa de abrigo para caminar los 4 km que separan a su aldea del colegio. Agencia Télam

Fabián Ramos, el estudiante mbyá que con un enorme sacrificio y esfuerzo logro la medalla de oro en la Feria Nacional de Ciencias el año pasado con una investigación sobre el uso medicinal de plantas, volvió el miércoles al colegio.

Lo había abandonado porque no tenía zapatillas para ponerse. Tras la publicación del caso en Clarín, más de 40 personas e instituciones se contactaron con el diario para enviar ayuda a su aldea, Tekoá Arandú, Pozo Azul, en la zona norte de Misiones.

Marcelo Ragotín, el director del Centro Educativo Polimodal (CEP) 40, donde quince mbyá cursan la secundaria, llegó hasta la aldea y prometió conseguir calzados para Fabián, además de facilitarles carpetas para que recupere los días de clase perdidos. También dijo que los docentes se harán cargo del costo de las fotocopias. El Gobierno provincial, en tanto, se llamó a silencio y no informó cuándo comenzará a pagar las becas de 2.000 pesos anuales destinadas a los alumnos de pueblos originarios.

"Hace dos semanas que dejé el estudio porque no tengo los recursos para seguir asistiendo", había dicho al diario Primera Edición el muchacho, que había recibido medalla de oro y de plata, por parte de autoridades provinciales, nacionales e internacionales por participar en un proyecto científico para su comunidad pocos meses atrás. El muchacho es uno de los 400 alumnos de la etnia guaraní mbyá que asiste al establecimiento y 80 de ellos pasan por problemas similares para continuar los estudios.

"No tengo ropa de abrigo para asistir, no tengo zapatillas. En ojotas o descalzo no puedo ir caminando en el barro hasta la escuela. No tengo útiles ni plata para comprar hojas de carpeta o birome, no tengo plata para hacer las fotocopias que me piden y termino sacando notas bajas porque no puedo hacer los trabajos prácticos.

Mi familia es numerosa y no tiene los recursos para ayudarme", explicó el joven sobre si situación. La solidaridad de los lectores no tardó en aflorar.

40 correos en 4 horas

En apenas cuatro horas, Clarín recibió más de 40 mails de instituciones y personas que querían saber la forma de contactarse con Fabián o con la aldea para hacer llegar su ayuda.

El cordobés Nicolás Santa, por ejemplo, se mostró indignado con la situación del joven mbyá y propuso apadrinarlo “para que no solo complete sus estudios secundarios, si no también apoyarlo para que siga en la universidad”.