Bahía Blanca | Miércoles, 17 de abril

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¿Un intendente brindaba datos para las entraderas?

Uno de los imputados refirió en conversaciones telefónicas que habían recibido información por parte de un funcionario para perpetrar un robo.
En Bahía Blanca se llevaron a cabo cuatro allanamientos en tres domicilios y un terreno.

La investigación sobre la denominada “Banda de las Entraderas”, sospechada de participar en robos en nuestra ciudad y otras provincias, sigue arrojando detalles e indicios que resultan llamativos.

Ahora trascendió que en escuchas telefónicas que constan en la causa uno de los supuestos líderes de la organización mencionó durante una charla que “un intendente” habría aportado información para la comisión de un robo en una localidad del sur del país, el que al parecer les reportaría un importante botín.

Fuentes oficiales consultadas por La Nueva. señalaron que Julio Ernesto Carrillo (49) habría repetido en varias oportunidades, y durante comunicaciones con otros detenidos, que “el dato” estaba confirmado.

No obstante, el imputado en ningún momento mencionó el nombre del funcionario, su lugar de residencia, ni especificaciones sobre el ilícito.

En este sentido, según indicaron, hasta el momento tampoco se hallaron indicios de alguna comunicación entre el acusado y ese supuesto dirigente político.

Por otra parte, los investigadores aguardan los resultados de las pericias que se realizaron sobre el teléfono celular secuestrado en poder de Gustavo Dekker, quien fue detenido a principios de mes, luego que se presentara en la sede del Batallón Nº 35 de Gendarmería Nacional, en El Bolsón.

El individuo, según se informó oportunamente, pidió hablar con el responsable del cuartel, manifestándole que iba a recibir en su casa a unas personas que habrían sido miembros de la banda narcocriminal rosarina Los Monos y se encontraban amenazados.

Ante esta situación, el titular del cuerpo de Gendarmería chequeó los datos personales del individuo y advirtió que era buscado por la justicia bahiense, por lo que de inmediato fue arrestado.

Además, se encuentran detenidos en la causa Roque Damián Carrillo –hijo de Julio-, Marcelo Alejandro Donadío y Patricio Jhony Mansilla Carrasco, mientras que permanece prófugo Ramiro Ezequiel Tobal.También trascendió que en algunos de los diálogos que Carrillo mantuvo con Mansilla Carrasco, quien residía en Lago Puelo, utilizaba términos en clave para evitar mencionar determinadas palabras.

De esa forma, en uno de ellos le solicitaba “herramientas” (presuntamente armas de fuego) y “fuegos artificiales” (serían municiones), mientras le aseguraba que había “muy buen dinero”, aparentemente refiriéndose al ilícito que estaban planeando.

En tanto, a través de seguimientos, se determinó que a mediados de septiembre Dekker se reunió en nuestra ciudad con Donadío y Carrillo, en lo que sería un indicio más respecto del contacto entre los sospechosos.

Como se informara en ediciones anteriores, también se había establecido que algunos comportamientos y actitudes de los integrantes más jóvenes, las que no eran bien vistas por el resto, estaban comenzando a desmembrar a la banda poco antes de la detención de sus miembros.

En ese sentido, un vocero mencionó que se detectaron discusiones entre Julio Ernesto Carrillo y su hijo.

“El padre hizo referencia a que su hijo consume droga y estaba comenzando a cruzar un límite con respecto a la violencia en los hechos, por eso ya no quería `trabajar´ tanto con Roque ni (Ramiro) Tobal. Decía que son inmaduros y actuaban habiendo consumido sustancias”, expresó.

El mayor de los Carrillo y Marcelo Alejandro Donadío serían quienes demostraron preocupación por lo que estaba sucediendo y habrían determinado hacer a un costado a los dos jóvenes.

La causa es investigada por el fiscal Diego Conti, a cargo de la UFIJ Nº 11, y la mayoría de los imputados fue detenida durante una serie de allanamientos simultáneos realizados a fines de septiembre, en los que incautaron armas de fuego, teléfonos celulares y handies con frecuencia policial, entre otros elementos de prueba.

Julio Carrillo
Usó cinco nombres falsos

Otra información que surgió en la causa es que Carrillo padre utilizó al menos cinco identidades falsas para evitar su individualización cuando se lo arrestó en distintas ocasiones.

El malviviente habría huido de Chile hace más de 20 años luego de cometer aparentemente otros delitos -uno sería un homicidio- y se radicó en Argentina.

El nombrado, uno de los líderes a nivel local de la organización delictiva desarticulada en los últimos meses, al parecer perpetró robos a mano armada con botines aproximados a 4.000.000 de pesos y que habría planeado la sustracción de 3.000.000 de dólares en El Bolsón.

Según los investigadores, Carrillo aportó una identidad falsa y su verdadero nombre sería Jaime Alberto Aravena Mercado, de nacionalidad chilena y de quien las autoridades trasandinas no tienen registros desde 1992.