Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Dictaron la internación del joven que atacó a su madre en el barrio San Miguel

Ambos son asistidos en el Hospital Penna y la víctima evoluciona de las heridas sufridas.
La vivienda de Rawson al 4400, a la que personal policial arribó luego que el padre del agresor diera aviso de la situación.

La justicia de Garantías ordenó la internación provisional del joven que anteayer agredió a su madre en el barrio San Miguel, luego que una pericia psiquiátrica informara que debido al estado psicótico en que se encontraba no tenía capacidad de comprender la criminalidad del acto y de sus propias acciones.

En el terrible episodio Maximiliano Ariel Sánchez (22), en medio de una crisis nerviosa atacó con un cuchillo a María Gladys Vidal (48), en la vivienda que compartían con otros dos integrantes de la familia: el padre del muchacho y otro hijo menor del matrimonio.

La medida había sido solicitada por el fiscal Cristián Aguilar, a cargo de la UFIJ Nº 1, y fue decretada por la jueza de Garantías Nº 4, Marisa Promé.

Por otra parte, el representante del Ministerio Público solicitó la conformación de una junta cuyo dictamen le posibilite determinar si el joven es imputable o no, para recién entonces analizar las medidas a tomar.

Tanto Sánchez como su madre permanecen asistido en el área de guardia del Hospital Penna, y en el caso del joven bajo custodia policial.

Voceros médicos señalaron que la mujer está siendo asistida por varias lesiones sufridas en el rostro; mientras que su hijo, sedado, está siendo evaluado por el equipo de psiquiatría del policlínico regional, desde donde ayer el facultativo de guardia especializado manifestó “que recién el martes al mediodía se podría dar información sobre el estado de salud del paciente, ya que para entonces podrá ser completada su evaluación”.

Trascendió que surge como altamente probable que Sánchez luego de ser compensado quede internado en la sala agudos, destinada a los pacientes con enfermedad mental, debido a la condición crónica de su patología.

Mientras tanto, un vecino consultado por La Nueva., quien prefirió no identificarse, calificó a los ocupantes de la vivienda de Rawson 4443, como “una familia rara”.

“La casa no tiene el movimiento característico de cualquier familia. Al único que se ve es el hombre, cuando se va a trabajar. A la mujer no se la ve nunca haciendo los mandados, aunque pasa mucho tiempo en el patio cuidando su plantas. Y a los muchachos nunca se los ve”, comentó.

“No hablaban con nadie, no recibían visitas ni celebraban la Navidad, por ejemplo. Un policía le preguntó al menor de los muchachos con respecto del resto de la familia y le respondió que estaba lejos”, finalizó diciendo.