Seis años de cárcel por violar a una menor
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La declaración de la víctima mediante el sistema de Cámara Gesell y los informes de los psicólogos que la asistieron, resultaron pruebas fundamentales para que un joven recibiera una condena a seis años de prisión, tras ser hallado culpable de violar a una menor de edad en una vivienda de Carmen de Patagones.
El fallo fue dictado en forma unipersonal por el juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1, Enrique Gutiérrez, quien sentenció a Raúl Molina Hamilton (25), apodado “Chino”, por el delito de “abuso sexual con acceso carnal”.
Para el magistrado se acreditó que el 1 de febrero de 2014, alrededor de las 9, la adolescente de 13 años concurrió a la casa de su hermana, ubicada en calle Sor Vallese al 500, aunque al llegar se encontró con el acusado, quien estaba solo en el lugar.
También se determinó que el individuo hizo ingresar por la fuerza a la chica y la arrojó sobre una cama, para luego quitarle la ropa y ultrajarla.
La damnificada no logró zafar de su agresor, quien cesó en su accionar cuando escuchó ruidos correspondientes a la llegada de otras personas al lugar.
En su testimonio la pequeña describió lo sucedido y que en primera instancia contó lo sucedido a su hermana y luego a su madre), quien la llevó al hospital para hacerla revisar y presentó la denuncia penal.
Explicó que se encuentra en tratamiento, que tiene miedo y que intentó lastimarse, porque “no quiere vivir más así, siempre con la policía custodiándola, es horrible para su madre y para ella”.
Precisamente, su progenitora dijo que "desde ese día su hija no volvió a ser la misma" y que ella (por la menor) le refiere "que no existe la felicidad"
En el mismo sentido, expresó que la chica "se puso mal", a partir de la realización del debate.
Al respecto, el juez consideró que el relato “encuentra sustento en todos y cada uno de los profesionales de la salud que peritaron o entrevistaron a la niña, y que lo dotan de veracidad y pleno valor convictivo”.
Precisamente, una perito psicóloga que la entrevistó mencionó que el discurso de la menor “era espontáneo, no tenía características de fabulación ni ideas delirantes, no se notó presión externa que la llevara a denunciar”.
También indicó que su “conocimiento sexual era acorde a su edad” y que “entró acompañada de un muñeco de peluche, como objeto contra fóbico para no sentirse tan sola”.
En tanto, un psicólogo que evaluó a Molina lo definió como “narcisista y egocéntrico, con poco registro de la necesidad del otro, y presenta indicadores de personas que tienen conflicto con la ley o de abuso sexual. Las fallas en el otro o la descalificación del otro, suelen aparecer en los sujetos acusados de abuso”.
Por todo ello, el magistrado halló acreditada la responsabilidad del acusado y le impuso la sanción de seis años de cárcel.