Comenzó el juicio a una mujer acusada de asesinar a un hombre
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Con la declaración de policías y forenses comenzó ayer el juicio oral y público seguido a una mujer, acusada de haber asesinado el año pasado a Néstor Bauza (73) en una vivienda del barrio Rivadavia para robarle elementos.
El debate es llevado adelante por el Tribunal en lo Criminal Nº 3, integrado por los jueces Guillermo López Camelo, Daniela Castaño y Eduardo d'Empaire.
Por el hecho se encuentra imputada Andrea Soledad “Coca” Fernández (29), a quien se acusa del delito de “homicidio agravado criminis causa, en concurso real con robo”.
La mujer se encuentra detenida en la cárcel de Villa Floresta y es asistida por el defensor oficial Jorge Sayago.
En los lineamientos iniciales el fiscal Christian Long sostuvo que “entre las 17 y las 18.56, del 16 de abril de 2014, en la vivienda de Piedra Buena 358”, la procesada le provocó a la víctima “múltiples traumas contusocraneales y en la cara”, para luego sustraerle dos celulares.
La ronda de testigos comenzó con Héctor Saieg, un exinquilino de Bauza, quien residía en la parte trasera de la propiedad perteneciente al fallecido y manifestó no haber “visto ni escuchado nada” el día del asesinato.
“Un policía me preguntó si había observado a una mujer en el lugar. Creo que la había saludado el día anterior y recuerdo que tenía granitos o protuberancias en la cara. Considero en un porcentaje alto que puede ser esta persona (por la acusada)”, explicó.
El médico forense Alejandro Cabido, quien realizó la autopsia al cadáver, comentó que el cuerpo presentaba “lesiones de significativa importancia como traumatismos craneales múltiples y un trauma contusopulmonar”.
“A nivel interior sufrió fractura de la base del cráneo y una hemorragia cerebral que comprometió el sistema vascular. Son dos lesiones importantes, como para producir la muerte. El cadáver tenía un cinturón en el cuello y, si bien no se pudo comprobar asfixia mecánica, no se descarta”, agregó.
El perito de Policía Científica, Carlos Moglié, relató que en la habitación donde fue hallado Bauza observó “muchas manchas rojizas” y que el hombre “esstaba boca arriba en la cama y había un velador de cerámica roto, también con manchas”.
Finalmente, sostuvo que en la puerta de acceso al domicilio no hallaron indicios de haber sido forzada.